Ahora resulta que fue el Gobierno quien descubrió, ventiló y asegura que castigará a los arquitectos de la “estafa maestra” y principalmente a la exsecretaria de Desarrollo Social.
Si bien es lamentable la forma en que se intenta por todos los medios atribuir todos los lauros y logros al presidente de la República, más deplorable aún parece la forma en que tantas personas sin criterio ni sentido crítico aplauden y difunden sin pudor las ridículas exhibiciones que es posible atestiguar todos los días, desde que empieza el oficio de las 7 de la mañana.
Dos de los casos más recientes rayan en lo burdo, sobre todo por el evidente intento de hacer creer lo increíble al “pueblo bueno y sabio” que decide el futuro de México a mano alzada y sin más fundamentos técnicos que los que puedan dictarle sus vísceras a los incondicionales de la llamada Cuatroté.
El primero y más notorio es el de los atletas que asistieron a Lima y obtuvieron 37 preseas de oro en las disciplinas que practican a pesar del Gobierno Federal, y no gracias a él.
Arrogándose una representación que nadie le otorgó, la señora Ana Gabriela Guevara, quien parece haber olvidado lo que le costó, en su momento, ser medallista olímpica, entregó al mandatario federal una medalla a manera de “reconocimiento por el esfuerzo para apoyar a los deportistas”.
Un esfuerzo que quizá hizo el presidente al rezar por los triunfos, porque en materia de respaldo económico o incluso moral, no se vio por ninguna parte. Eso sin contar que, aun si hubiese habido ese apoyo desde el 1 de diciembre de 2018, no habría servido de mucho, porque no hay atleta que se forme y prepare en ocho meses.
Pero no, nunca hubo tal apoyo, al contrario: se recortaron desde Palacio Nacional los recursos económicos para el deporte. En fin, la medalla fue entregada y mucha gente aplaudió el “agradecimiento”.
El otro caso es el de la captura y el encarcelamiento de Rosario Robles, otrora tan amiga del actual presidente, tanto que de él heredó la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal cuando se inició la campaña electoral más longeva de la historia.
Ahora resulta que fue el Gobierno quien descubrió, ventiló y asegura que castigará a los arquitectos de la “estafa maestra” y principalmente a la exsecretaria de Desarrollo Social.
En este caso sólo hay que recordar que fue un medio periodístico el que dio a conocer las entretelas de corrupción en ese caso; de manera que si bien es de aplaudir (hasta ahora, vamos a ver si se hace justicia hasta el final) la acción ejecutada contra los responsables, es absurdo que el habitante de Palacio Nacional se quiera colgar también esa medalla, además de la entregada por Guevara.
Bien dijo quien lo dijo: unos ganan el oro mientras otros enseñan el cobre…
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