¿Cuál es el siguiente paso en la estrategia de seguridad nacional, en el caso de que esa estrategia exista?
El Gobierno debe responder una serie de interrogantes, si es que de verdad quiere que, una vez “recuperada” la paz tras la captura y subsecuente liberación de Ovidio Guzmán López, se disipe la zozobra y no se convierta en una paz similar a la de los sepulcros.
1. Si la 4T ya puso fin a la “estúpida guerra” contra el narco, como la denominó un incondicional de López Obrador, ¿a qué conflagración pertenece la batalla de ayer en Culiacán?
2. Nada fuera de la ley, nadie por encima de la ley, ha dicho el presidente. ¿En qué posición con respecto a la ley se ubica el llamado “Chapito” Guzmán, si no está fuera ni sobre ella?
3. ¿Es más importante encarcelar a los empresarios que omitan pagar impuestos por el uso de plataformas digitales, que aprehender a narcotraficantes buscados en todo el mundo?
4. Tras los sucesos de ayer, ¿los mexicanos debemos entender que el gobierno de la 4T tiene un pacto con la delincuencia organizada, pacto que fue roto momentáneamente y por error, al ser detenido Ovidio Guzmán?
5. La captura de un delincuente no es más valiosa que la vida de las personas, dijo en un tuit Andrés Manuel López Obrador. ¿Aunque dejar en libertad al delincuente atrapado signifique condenar a muerte a más personas que las abatidas en la batalla de ayer?
6. Para todos los medios, impresos y electrónicos, excepto uno cuya filiación morenista es clara, los acontecimientos de ayer fueron la noticia principal. ¿Eso significa que todos los medios menos uno son “prensa fifí” o “prensa de los adversarios”?
7. ¿La secretaria de Gobernación vive en una realidad diferente, donde es más importante la inauguración de obras del inviable Aeropuerto de Santa Lucía que la crisis de seguridad manifiesta en los “hechos aislados” que ocurrieron en Oaxaca, Michoacán, Nuevo Laredo y Sinaloa en cuatro días?
8. ¿Cuál es el siguiente paso en la estrategia de seguridad nacional, en el caso de que esa estrategia exista? Porque, por lo visto, hasta ahora no ha servido convocar a las mamás y las abuelas de los sicarios para que los hagan darse cuenta de que “así no es la cosa” y los convenzan de portarse bien.
Mientras éstas y otras interrogantes están en el aire, la zozobra seguirá siendo el corazón de la supuesta paz lograda tras liberar al “Chapito”. Urge certidumbre.
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