Nada ha detenido a Trump, quien asegura que solo aplica la legislación que aprobaron anteriores legislaturas y administraciones. Esto es una falsedad, pues no hay ninguna ley migratoria en Estados Unidos que obligue a las autoridades a separar a los padres de sus hijos, ni a llevar a juicio a todos los migrantes.
En abril pasado la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, decidió aplicar una política de “tolerancia cero” en la frontera con México, que implica procesar a todos los migrantes que sean detenidos intentando cruzar a Estados Unidos.
La política incluyó a aquellos migrantes que viajaban con sus hijos menores de edad, a quienes mandó a centros de detención provisionales. Las imágenes de los pequeños “enjaulados” en los grandes almacenes que la Patrulla Fronteriza utiliza como centros provisionales de detención son desgarradoras.
Los gobiernos de México y países de Centro y Sudamérica, la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, fiscales de 21 entidades estadounidenses, ex primeras damas como Laura Bush y Michelle Obama, entre muchos otros organismos y personas, han calificado la medida como cruel e inhumana. Incluso Melania Trump, esposa del mandatario estadounidense, pidió implementar las leyes “con corazón”.
Nada ha detenido a Trump, quien asegura que solo aplica la legislación que aprobaron anteriores legislaturas y administraciones. Esto es una falsedad, pues no hay ninguna ley migratoria en Estados Unidos que obligue a las autoridades a separar a los padres de sus hijos, ni a llevar a juicio a todos los migrantes.
La organización no gubernamental ProPublica dio a conocer esta semana un audio en el que se escucha el llanto de una decena de pequeños separados pidiendo el regreso de sus padres.
En un momento se escucha la voz de un adulto bromeando: “Bueno, aquí tenemos una orquesta”. Es la voz de un guardia fronterizo.
En un momento, una niña desesperada pide al cuidador que llame a su tía. Había memorizado el teléfono. Después de muchos ruegos, finalmente el hombre accede a comunicarla con su familiar.
ProPublica llamó al teléfono y logró hablar con la tía, quien aseguró que se trató de la llamada más triste de su vida.
“Imagínese recibir una llamada de su sobrina de seis años. Está llorando y me ruega que vaya a buscarla. Ella dice: ‘Prometo que me comportaré, pero por favor sácame de aquí. Estoy completamente sola’”.
¿Cómo es posible que estos llantos no logren tocar el corazón de la administración Trump?
El gobierno mexicano ha anunciado esta semana que utilizará todas las medidas a su alcance para presionar al gobierno estadounidense. Ya se habían tardado.
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