El corazón de América, es al mismo tiempo la tierra de la mujer más gloriosa del continente y heredero de un gran legado indígena. ¿Ya adivinaste a que sitio me refiero? Estoy describiendo a Paraguay.
Este país enclavado al sur de Brasil, al norte de Argentina y al este de Bolivia, es un lugar lleno de encanto, su capital es la ciudad de Asunción, la cual tiene ventajas de una ciudad cosmopolita y es la mismo tiempo un ciudad de arquitectura del tiempo del imperio español, sin contar todos aquellos signos en las edificaciones y las almas de la labor jesuítica.
La influencia guaraní es muy palpable especialmente en su forma de expresarse, el idioma español que se escucha en Paraguay acentúa como en la última sílaba y esta salpicado expresiones guaraníes, es una verdadera experiencia escucharlo. Una vez desembarcado en el Aeropuerto Silvio Petitrossi, ubicado en Luque, se toma una vía hacia la capital Asunción y se observa el edificio de las oficinas centrales de la Confederación Sudamericana de Futbol.
En las calles principales es posible ver diferentes centros comerciales tan modernos como los de cualquier parte del mundo, como Villa Morra entre otros. También se pueden ver clubes deportivos que son muy tradicionales y de los cuales también emanan clubes de futbol de talla renombre internacional como el Cerro Porteño o el Olimpia.
Conforme se avanza y se aproxima uno al centro histórico, la atmósfera va cambiando y las calles comienza a recordar regiones de México como Puebla o Veracruz. La Catedral dedicada a Nuestra Señora de la Asunción tiene una forma cúbica y de totalmente blanca, muy cerca de La costanera, una especie de malecón a orillas del río tras del cual se encuentra Argentina.
A pocas calles de ahí está la sede del Congreso un espacio mediano pero muy reciente que resalta por el cristal en su fachada y por la amabilidad del trato a los visitantes. Igualmente el Palacio de Gobierno, mira hacia el río y la parte más visible o “visitable”, es un jardín en la parte posterior.
La comida utiliza mucho el pan, la yuca, la carne, etc; el asado es delicioso y el tereré (de yerba mate) una tradición, todos lo llevan consigo y cualquier momento y casi cualquier lugar es bueno para tomarlo, el limón lo hace aún mas rico. Para desayunar o cenar un “cocido” es ideal.
Estando en tan bella ciudad es imposible no querer alguna pieza de ñandutí, un tejido artesanal de Paraguay, hay carpetas, manteles y por supuesto camisas de fino ñandutí.
Paraguay vivió y salió delante de una “gran guerra”, en especial gracias a sus mujeres, que pelearon, y después resistieron cuando muchos de los varones ya no estaban con vida, hoy es un país que ama la vida, con ese amor es respetuoso, la frase “la mujer paraguaya es la más gloriosa de América” no es un inventó, es un reconocimiento que les ha dado el mismo Papa Francisco.
Baste los dicho hasta ahora, y sólo hablé de Asunción, uff. Pero no podemos olvidar Ciudad del Este, el Chaco, o el Santuario de Caácupe, Paraguay es ciertamente una muy agradable sorpresa, así no olvides darte una vuelta por la aceleradora de viajes Dooddo, para que conozcas algunas opciones para viajar, conocer y amar Paraguay.
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