¿Te imaginas estar delante de una de las siete maravillas del mundo? sería grandioso ¿no? Y no tienes que viajar miles de kilómetros alrededor del mundo para conseguirlo, aquí mismo en México, contamos con una de ellas. Me refiero a la zona arqueológica de Chichen Itzá con la pirámide de Kukulcán, como construcción emblemática, que se ubica en el estado de Yucatán.
“Chichén Itzá fue en su momento el centro político, económico y religioso más importante de la península y desde 1988 fue declarada por la UNESCO, parte del patrimonio de la humanidad” y es una de las siete nuevas maravillas del Mundo.
En una votación mundial en internet, la zona arqueológica de Chichén Itzá ganó el título de una da las nuevas siete maravillas, junto al Cristo Redentor en Brasil; Petra en Jordania, el Coliseo Romano, la Muralla China; Machu Pichu en Perú y el Taj Mahal en India.
Se levantó en el siglo VII d.C., con una altura de 30 metros, y lo que la hace tan peculiar es que su construcción permite el descenso de Kukulcán en el solsticio de verano y el equinoccio de invierno, en la que se observa cómo desciende la luz del sol por cada uno de los diferentes niveles de la pirámide hasta llegar al suelo, lo que la hace una joya de la arquitectura de la humanidad.
No obstante gracias a los adelantos de la tecnología moderna también podemos disfrutar sin limites de la pirámide, en “las noches de Kukulcán”. El cual es un espectáculo que incluye un recorrido por la zona arqueológica de alrededor de unos 45 minutos y a su témino, da inicio una narración que se apoya en proyecciones directamente sobre la pirámide principal del sitio.
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