Eugenio Garza Sada era un buen empresario que dio trabajo a mucha gente en todo el país.
Como cada mañana, Doña Pelos dejaba “brillando de limpia” el frente de su casa, a quien llamaba el “Palacio de Buckingham Versión Infonavit-4T”. Silbaba alguna tonadilla en tanto que esparcía agua para no levantar la polvareda como si fuera gobernadora de Veracruz.
La señora Susy que recién había comprado el pan para “el lonche” de sus enanos, se detuvo a saludar.
—Oiga, doña Pelitos, y ¿cómo ve todo lo que está pasando?
—¿En dónde, Susanita, en la banca de desarrollo, con Moody’s, Goldman & Sachs…o el índice Nikkei?
—¡No marche, doña Pelitos! Acuérdese que yo no estudié latín ni griego como usté.
—Ay, Susanita, no cabe duda que usté es fruto de la décima segunda generación de los Libros de Texto Gratuitos, ¿verdad?
—Es en serio, Pelitos. ¿Cómo vio al fulano ese que se llama Pedro Salmerón, director de quién sabe qué cosa rara de la 4T, que les dijo “valientes jóvenes” a los que mataron al señor Garza Sada? ¿Se pasó el güey ése, no?
—Susanita —repuso doña Pelos con su además “magister dixit”—, déjeme aclararle un par de cosas. Primero, la palabra altisonante que dijo, según el diccionario de mexicanismo, significa “mi muy querido amigo”, y la neta, no creo que Salmerón sea muy amigo de usté. Segundo, coincido con su análisis político empírico, vociferantativo y folclórico: El fulano se pasó, de veras.
—Pero, a ver, doña Pelitos, desembuche. ¿Quién fue el señor Garza Sada? Mi hija me dijo que era buena persona. ¿No es así?
—Desde luego, Susanita. Pa’empezar, Don Eugenio ¡era un tingón!
—¿Qué es eso?
—Latín vulgar. Quiero decir que era una buena persona, un buen empresario que generó y dio trabajo a un montonal de gente en todo el país. Fundo varias escuelas –y no universidades “gansito” –, lo que significó su preocupación por los chavos de México.
—Pero, ¿por qué lo mataron?
—Ay, Susanita, pues por un montón de cosas. Primero, nunca fue del agrado de don Luis Echeverría, porque Garza Sada siempre defendió la libertad, la libre empresa. Y como se opuso al rollote ése de que Echeverría quería ser el líder de los socialistas del tercer mundo; pos don Eugenio le dijo que no.
—Que además —agregó doña Pelos—, la economía, igual que con la 4T, se la está cargando la “tía de las muchachas”; la educación con una onda socialista radical; con dinero regalado, robado, transado y gastado a lo bestia. Igual que con ya sabe usté quién, pos que se desata una inflación cañonsísima.
—¿Y luego?
—Pos que Don Eugenio empieza a alertar a todo mundo y toda la gente lo empezó a seguir, con protestas, con carta al presidente, y con levantar la voz, pues. Obvio, no faltó quien inventara “La Liga comunista 23 de Septiembre” y que esos monitos, entrenados en guerrilla urbana, rafaguearon a Don Eugenio y lo mataron.
—Chanfle, doña Pelos. Eso no es de Dios.
—Así es, señora Susanita. Y es que pa’mí, el chamuco anda suelto. Mire si no… Por un lado, la senadora que dice que es marihuana de tiempo completo. Me refiero a que la cannabis, debe ser impulsada como fuente de empleo, crecimiento económico y desarrollo, en algún holding como el Chapo’s Enterprises, Co.
—¡No le haga!
—Agréguele al gober de Veracruz, que no sabe gobernar, pero es bien cuate del presidente. Doña Claudia que se la pasa cortando listones y nada más. “Mr. Cultura” que dijo que nos la metió doblada. El diputéibol Mayer que le elevó a Bellas Artes como Palacio Nacional… Las “nalguitas” y “las pirujas del autodefensa Mireles… O el otro fulanito que amenazó al mar con echarle más plásticos si nos seguía aventando sargazo.
—O sea, doña Pelos… ¿qué estamos jodidos y parió la abuela?
—Así es, Susanita… como dice usté…. Eso no es de Dios. La neta.
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