Después del triunfalista informe presidencial del pasado primero de septiembre, un tema recurrente es hablar de los pendientes y de las fallas que pueda tener la actual administración. Y, por supuesto, hablar de sus logros y resultados.
También es muy importante hablar de los pendientes que le quedan al nuevo gobierno: proyectos que requieren una nueva reinauguración, a veces de instalaciones y también en el manejo de nuevos enfoques. Pero algo que, probablemente, se ha tratado muy poco es: ¿cuáles son los pendientes que le quedan a la ciudadanía, a la sociedad civil, a los que podríamos llamar los ciudadanos sin partido, que perciben asuntos sin atender?
No podemos, como ciudadanos, simplemente sentarnos a esperar qué nuevas ocurrencias puede tener la clase política perdedora de los pasados comicios. Se necesita, verdaderamente, desarrollar aspectos en los cuales la sociedad civil, organizada o no, tiene un papel que jugar. Probablemente este es el pendiente más importante es desarrollar una nueva oposición,
Es claro que los perdedores de la clase política actual están sumamente desgastados, desprestigiados. Tristemente, sin ideas nuevas, sin nada que entusiasme a la ciudadanía para tomar posiciones diferentes. No tienen el empuje para desarrollar una nueva clase política. Cabría preguntarse si se requiere crear un nuevo tipo de político, y olvidar a todos aquellos que han estado pretendiendo gobernar o que gobernaron en períodos anteriores.
Es claro que, en los comicios de junio pasado, hubo un fenómeno sorprendente, casi milagroso. Las ideas que tenían los políticos opositores, para crear una oferta creíble, carecían de claridad. No tenían nada que pudiera entusiasmar al ciudadano. Viene la ingeniera Xóchitl Gálvez y crea una especie de prodigio: ofrecer algunas novedades. Que no fue suficiente, claramente, pero que logró que el gobierno y sus aliados solamente alcanzaran un 52% de los votos. Sin ella, pensando en los posibles candidatos de cualquiera de los tres partidos que la apoyaron, probablemente la doctora Sheinbaum hubiera ganado por un 70 u 80% de la votación. Otro que creó expectativas y nuevas esperanzas fue Movimiento Ciudadano, que también pudo mover a algunos para tener alguna esperanza de cambio.
Pero es claro que esto no basta. Se necesita crear una nueva oposición. Habría que partir por entender: ¿Qué es lo que quiere la ciudadanía? Y probablemente: ¿qué es lo que necesita, aunque no lo sabe todavía? Porque no lo entiende. Realmente haría falta hacer un análisis a fondo de por qué se perdió y por qué se ganó en estos comicios. Esto es sumamente importante y no se está haciendo. Seguimos enfrascados en las mismas explicaciones de siempre: “Nos robaron. Nos engañaron. La gente no supo qué hacer”. Es el tipo de explicaciones que no nos dicen hacia dónde hay que avanzar.
De este análisis podrían obtenerse criterios y argumentos para lograr convencimiento. Probablemente, lo primero y más importante es poder convencer a la ciudadanía, al ciudadano sin partido, de que efectivamente se trata de un nuevo grupo de políticos, que de veras son otros. No cargar con el desprestigio de los partidos tradicionales, que tristemente no están haciendo nada para lograr algún cambio. Tan es así, que están repitiendo a los mismos perdedores de la contienda anterior, para que sigan siendo los dirigentes de sus partidos.
Claramente siguen en la idea de que les robaron y no se dan cuenta de que perdieron. Y perdieron porque no ofrecieron lo que la ciudadanía requiere. Se necesitan otras soluciones. Ideas novedosas. Mejores soluciones que las que, actualmente, proponen. Evitar basarse en el insulto, en el desprecio, la denigración del contrincante. Claramente, se vio que no está funcionando, y siguen teniendo la misma táctica. No han cambiado, no ofrecen opciones distintas.
Como se puede ver también, con mucha claridad, en el ataque que hacen a las reformas constitucionales que propone la 4T. Que tienen mucho que atacar. Pero, de manera muy importante, se requiere también ofrecer nuevas ideas, nuevas soluciones para lograr las mismas cosas que desea la sociedad, por medios y de maneras diferentes. Es importante en este momento, en nuestro país, tener un enfoque de unir, evitar la división, cerrarse a cualquier tipo de insulto y siempre estar en un papel propositivo y constructivo.
¿Podrán hacerlo, los actuales gobernantes de esos partidos? Es muy dudoso. Necesitamos algo más: proponer nuevos partidos. La oposición requiere, posiblemente, de grupos políticos que organicen las campañas, y que cumplan con lo que pide la ley para poder representar al ciudadano. Pero, claramente, no basta. Necesitamos algo más.
Necesitamos un cambio importante en la sociedad civil. Precisamente, es el momento en que el ciudadano que no cree en lo que propone el gobierno actual, ha tomado un papel importante y está buscando cómo organizarse. Esa idea es importante. Desarrollar una gran cantidad de pequeños grupos que tengan un enfoque político, posiblemente atendiendo solo algunos de los aspectos que hay que entender. Es muy importante tener ese tipo de asociaciones.
Necesitamos una ciudadanía que esté bien formada en cuestiones de política, y también muy bien informada. que no se deje convencer con facilidad. Que logre un cambio en una situación que no se define nada más en términos de partidos políticos. Claramente, hay más cosas que atender y en próximos artículos comentaremos más asuntos a revisar.
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