Al calificar de inmorales a los que piensan diferente, se cierran las puertas a acuerdos en temas de interés nacional.
El primer informe de la administración Lopez Obrador, por desgracia, no genera una diferencia como algunos predecían. En un tono triunfalista, su informe pide un acto de fe, porque no se respaldó con datos muchas de las afirmaciones del señor presidente. Fue una proclama política e ideológica.
No faltó la nota chusca: el letrero diciendo que era el tercer informe presidencial. Por supuesto, se dio una explicación diciendo que había habido otros discursos que también trataron el tema. Aunque la Constitución no reconoce más que un informe. Por otro lado, en varias transmisiones en YouTube se hablaba de un cerco informativo en los medios, porque no hubo una red nacional para transmitirlo. Sin embargo, el presidente de Televisa estaba en la segunda fila en el informe y al presidente de TV Azteca se le dio la entrega de una buena parte de las pensiones de adultos mayores, por su Banco Azteca, por lo cual el cerco mediático no parece claro. ¿Habrá en serio algún cerco?
El informe entregó un mar de números, pero sin la referencia al Plan Nacional de Desarrollo. Con lo cual no sabemos si se cumplió lo planeado. Nada nuevo: ningún presidente en las administraciones pasadas ha hecho esta referencia. Ninguno se ha expuesto a ser criticado por no cumplir lo planeado. López Obrador no ha sido la excepción.
Es posible que las fuentes de los datos estén en los anexos del Informe. Pero la afirmación del presidente de que lo cuantitativo es algo neoliberal y que lo que importa es lo cualitativo explica su triunfalismo. Lo cualitativo es algo muy difícil de demostrar. Por ejemplo, se dice que, aunque no creció la economía, el ingreso está mejor distribuido. Cosa muy difícil de demostrar. Habrá que hacer un acto de fe: creerle sin pruebas. Se pronostica un crecimiento del 0.5% en el año 2019, según Banxico. Pero la población crece el 1.9%; o sea que hay menos ingreso per cápita, aunque técnicamente no haya estancamiento económico.
Hubo alabanzas al Consejo Coordinador Empresarial y al Consejo Mexicano de Negocios, al empresario Carlos Bremer y al director de la CFE, Manuel Bartlett, único funcionario que recibió un espaldarazo. Se ve que hay una intención de construir puentes con las grandes empresas del sector privado. Sin embargo, hay quienes opinan desde el sector privado que lo fuerte del crecimiento viene de las PYMES. Dijo que la confianza del consumidor está al nivel mejor desde hacía 10 años, es decir en el nivel que tuvo la administración Calderón. Sin embargo, el lunes siguiente INEGI reporta caídas en la confianza de productores en distintas ramas de la economía. Un problema: para que crezca el empleo, debe haber inversión.
Muy positivo, aumentó el empleo formal en 300 000 empleos. La población crece anualmente 2 375 000 personas. Ni sumando los planes sociales (que no son empleo) por casi un millón de personas, se atiende el crecimiento de la población. El poco más de un millón de personas restantes irán al sector informal. Hay gasto público equilibrado y no aumentó el endeudamiento. Conceptos 100% neoliberales: ni Margaret Thatcher lo hubiera dicho mejor. La producción petrolera diaria subió 56 000 barriles, desde un mínimo de 1 670 000. Qué bueno. Un crecimiento del 3.4%
En cuanto a los temas cualitativos, se informó que la gente está “feliz, feliz, feliz”. Algo muy difícil de demostrar. Habrá que hacer otro acto de fe para creerle. El dice que es responsabilidad del gobierno asegurar la felicidad de la población. Una responsabilidad que no le asigna la Constitución y que es muy difícil de exigir.
Una buena parte de lo reportado son actividades, no resultados. La única autocrítica del presidente, en el tema de la inseguridad, reconoce que no hay avances, pero se reporta que se reúnen cada mañana a ver el tema. Una actividad muy loable. El programa Jóvenes Construyendo el Futuro, con más de 900 000 becados, es una actividad. Falta por ver si esos aprendices, cuando terminen su período de beca, consiguen empleos dignos y bien remunerados. La beca y el período de entrenamiento son la actividad. Todavía falta ver el resultado.
Un punto muy importante: el presidente reconoce que ha tenido suerte. La oposición no se ha podido organizar para hacerle frente, están azorados por su situación y no presentan un peligro para su administración. Lo cual es rigurosamente cierto. Como ocurrió con Chavez y Maduro, con Evo Morales, con los Castro y como parece que ocurrirá en Argentina. AMLO trata a su oposición de inmorales y dice que es imposible su triunfo. Habrá que verlo. Por lo pronto, al calificar de inmorales a los que piensan diferente, se cierran las puertas a acuerdos en temas de interés nacional. Pero es claro: si la oposición no tiene un desempeño mejor, la permanencia de Morena o del propio Andrés Manuel en el poder, es un hecho.
Ante este mar de datos, al ciudadano queda una duda: ¿Habrá dinero para financiar esos programas multimillonarios? Parte se está financiando, vendiendo bienes mal habidos, acumulados por decenas de años. ¿Podrán seguir haciéndolo todo el sexenio? Si tiene éxito la lucha contra la corrupción, ya no habrá bienes que incautar. Habrá que leer los anexos del informe para poder ver si el dinero alcanza y se podrá cumplir con mantener los impuestos sin crecer así cómo los precios de servicios y derechos del sector público.
El lunes empieza la avalancha de críticas, así como las alabanzas y defensa de la administración López Obrador. Habrá que estar atentos: esto se va a poner divertido.
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