No basta con sensibilizarnos con un tema: urge empezar a leer entre líneas para encontrar los motivos ocultos.
La primera nota que vi sobre lo que estaba sucediendo en la Amazonia fue en una publicación en las redes sociales de una celebridad: Luis Gerardo Méndez, protagonista de la serie Club de Cuervos y de la película Nosotros Los Nobles.
La primera línea de su publicación decía: “¿Dónde está la cobertura mediática sobre el incendio en la Amazonia?” Por supuesto que al leerlo mi primer pensamiento fue: “Luis Gerardo, tienes más de 2.4 millones de seguidores en Instagram. Por supuesto que aquí está la cobertura mediática”.
Un par de horas después, el actor publicó en sus Instagram Stories una crítica al gobierno de Bolsonaro, asegurando que el incendio se debe a su pésimo manejo. Varias horas después, el mismo Luis Gerardo subió otro Story en Instagram asegurando que incendios de este tipo son provocados por los agricultores para la cría de ganado, y que si deseamos ayudar al planeta, debemos dejar de comer carne.
Al momento de escribir estas líneas, no han pasado las 24 horas desde que se viralizó la tragedia. Sin embargo, quienes contamos con un poco de conocimiento en tema de políticas públicas y mercadotecnia sabemos dos cosas:
1) No es la magnitud de la tragedia lo que la ha hecho escandalosamente viral tan rápido, sino precisamente la cobertura mediática que sí se le ha dado, especialmente a través de los influencers. Para muestra, basta con voltear a ver a Siberia, donde más de 17 millones de hectáreas se han quemado desde el mes de julio. ¿No lo sabías? Bueno, es que las celebridades no postearon sobre ello. En política nada es casualidad.
2) Las celebridades nunca hacen publicaciones “gratis”. Absolutamente cada movimiento en sus redes sociales, especialmente aquellas con implicaciones políticas, cuentan con un trasfondo económico alto. Hablé de Luis Gerardo Méndez porque ahí vi esas notas, pero pon más atención y entra al Instagram de Thalía, Cristiano Ronaldo, Belinda, Kate Del Castillo o Paulina Dávila. ¿Es casualidad que todos lo hayan publicado con un enfoque político?
Podemos entonces concluir dos cosas: la gran exposición mediática no se debe sólo a la magnitud de la tragedia, y tampoco ha sido gratis. Alguien está pagando para que esta tragedia –que en ningún momento digo que sea pequeña– sea más expuesta que otras igual o más graves a nivel mundial, con una orientación política muy clara.
Otro dato que vale la pena considerar es que cada año hay incendios en la Amazonia, pero nunca con esta cobertura, como lo prueba esta nota de 2017 que comparto para su análisis:
Entonces, ¿quién está pagando para que justo este año se le dé una cobertura internacional impresionante con cierta línea política? ¿Quién lo convirtió este verano en “el tema de moda” que nos hace perseguir a los ambiciosos capitalistas, mientras que otros años ha sido simplemente un suceso natural? ¿Quién está haciendo virales fotografías engañosas para sensibilizar sobre el tema, cuando estas ni siquiera corresponden al incendio y/o ni fueron tomadas en Brasil? ¿Con qué intensiones esos grupos han generado una histeria colectiva en menos de 24 horas?
El presidente Bolsonaro se ha ganado numerosos enemigos en muchos temas, entre ellos varios grupos extremistas ambientalistas. Habrá que ver a quiénes se les recortó presupuesto en esta administración, por ejemplo, cuando están acostumbrados al manejo de millones.
No basta con sensibilizarnos con un tema: urge empezar a leer entre líneas para encontrar los motivos ocultos –normalmente financieros– que pueden llevar a que celebridades en esos niveles se sumen, no sea que por subirnos al tema de moda terminemos siendo piezas fácilmente manejables del sistema para los intereses de unos cuantos. Como dije antes, en política nada es casualidad.
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