Ante el acceso inmediato a la información de un sin número de sucesos de todo tipo es muy fácil dejarse llevar por las opiniones de quien nos proporciona las noticias. Sin embargo, no nos damos cuenta de que sin detenernos a ver la postura de quién lo dice, y somos repetidores, nos estamos sumando a esos enfoques con las que podemos no estar de acuerdo. Por eso, es prudente dejar un tiempo a la reflexión, aunque nos parezca que no estamos al día.
Viene al caso repensar la prohibición del Presidente Trump para permitir a transgéneros servir en la milicia. Uno de los motivos es la elevación de gastos médicos y también los problemas específicos de salud. Inmediatamente los partidarios del sector LGBT lanzaron acusaciones de discriminación, un poco después, algunos Generales retirados elogiaron el hecho por medio de una carta. En ella se pronunciaban oficiales del ejército con rango ´flag rank´, incluyendo a siete generales comandantes y a un almirante.
El ex presidente Obama puso en marcha el “experimento social transgénero” en el servicio militar. Las fuerzas armadas fueron instruidas para transversalizar, afirmar y apoyar el comportamiento transgénero, y así permitir a quienes con confusión de género pudieran travestirse y compartir dormitorios, baños y regaderas con miembros del sexo opuesto. En esta contraparte otro grupo de oficiales retirados criticaron la decisión de Donald Trump con otra carta.
Sharon Slater, Presidenta de Family Watch International, presenta una serie de aspectos sobre la postura ante el género.
1. El Dr. Lawrence Mayer y el Dr. Paul McHugh al revisar la literatura científica no encontraron evidencias para afirmar que algunas personas están atrapadas en el cuerpo equivocado.
2. El Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM siglas en inglés) de la Asociación Psiquiátrica Americana, dice: si una persona está severamente angustiada por su confusión de género, y afecta seriamente su habilidad de funcionar normalmente en sociedad, puede llegarse a diagnosticar como Disforia de Género –trastorno mental-.
3. La tendencia al suicidio de la gente que se identifica como transgénero es mucho más altas que en la población general. Un estudio sueco encontró que la tasa de suicidio en pos-cirugía de transgéneros era 19 veces más alta que la de la población en general.
4. Intervenciones médicas para afirmación transgénero -aplicación de hormonas y cirugía- son altamente controvertidas y caras.
5. Excluir a transgéneros del servicio militar no tiene nada que ver con odio, con intolerancia o fobia.
Algunas circunstancias que debilitarían la defensa del país propia de los militares:
Si un miembro del servicio se ve afectado por la disforia de género, puede afectar seriamente su desempeño. Mientras están obsesionados con su identidad de género, no tienen la concentración necesaria. Reconocerlo no es ser fanático ni transfóbico. Más que el costo, importa la disposición militar del miembro del servicio durante la transición, pues el proceso a menudo se da con mucha inestabilidad emocional.
La disforia de género no tratada causa ansiedad, depresión e ideas suicidas. Todo esto está bien documentado médicamente. Los tratamientos más conocidos para la disforia de género son la terapia de reemplazo hormonal y una variedad de cirugías, con un alto costo que recaería en el presupuesto para la defensa nacional.
La misión de las fuerzas armadas es ganar guerras y proteger a la nación. Por lo tanto, cualquier política de selección de personal debe priorizar la preparación militar y, los problemas de reasignación de sexo causan una severa distracción de ese propósito. Se necesitan tropas psicológicamente aptas, emocionalmente sólidas y altamente calificadas para proteger a una nación.
Con estos datos duros ¿puedes emitir tu opinión? ¿La tuviste y la modificas?
Fuentes:
www.familywatchinternational.org 12 agosto 2017
www.dailysignal.com 26 julio 2017
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