La Iglesia católica tiene un humanismo completo pues incluye datos del origen de la especie humana, de su razón de ser, de los avatares en el transitar, de los anhelos, dificultades y logros, especialmente iluminador es el futuro eterno. Con esa riqueza puede hablar a todas las personas y, con buena voluntad todas sean de la raza, de las creencias o de los proyectos más variados pueden satisfacer sus inquietudes.
La Iglesia guarda el tesoro de libros con un contenido sobrenatural, ellos se anuncian como “palabra de Dios”. Uno es “Proverbios” coleccionado en el Antiguo Testamento. Allí entresacamos la siguiente frase “El que camina en integridad, camina seguro, pero el que tome caminos torcidos será descubierto.
Proverbios 10, 9.”
También entre las filas de católicos de todas las épocas hay algunos especialmente brillantes que pueden ofrecer planteamientos iluminadores a personas de todas las épocas. Por ejemplo, el cardenal Gherard Müller nuevamente asegura que el comunismo y el socialismo contradicen la Fe por ateos. Sin Dios el ser humano pierde su condición.
Explica: porque la ideología socio-comunista no comparte los ideales cristianos de la propiedad y la justicia social. Y el cristiano incluye en la justicia el deber de compartir los bienes porque todos somos hijos de Dios. El Amor de Dios origina nuestra fraternidad y de Él recibimos todos los bienes. Concluye: muchas personas están confundidas pensando que movimientos y partidos de perfil ateo se preocupan por los pobres y los más débiles. La experiencia y la Fe demuestran que solo el Amor nos mueve a ayudar al prójimo, a dar hasta la vida por él.
Por eso, la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) con motivo de la jornada electoral del 2 de junio, hicieron un llamado al pueblo mexicano y a los actores políticos y sociales, a salir a votar con responsabilidad.
En ese mensaje, publicado el miércoles 22 de mayo, los obispos mexicanos -presididos por el arzobispo de Monterrey, monseñor Rogelio Cabrera López-, lanzaron siete peticiones concretas, dirigidas a diferentes actores sociales:
1. A la ciudadanía en general, los pastores mexicanos nos hacen ver la importancia de que todos los ciudadanos con capacidad para votar elijamos libremente y responsablemente a los candidatos que en conciencia juzguemos más idóneos. Nos recuerdan que “el voto es secreto y debe ser respetado plenamente para asegurar la libertad de elección sin coacciones ni amenazas”.
Por lo tanto, cualquier persona que coaccione, amenace o inhiba, viola el derecho de las personas y no merece tomarse en cuenta.
2. A los ciudadanos que estarán como autoridades en las mesas de votación: “La población entera debe agradecer su servicio, así como su entrega imparcial a la causa democrática”, afirmaron. Este aspecto muestra un claro reconocimiento a la seriedad y objetividad necesarias en los procesos electorales, donde los ciudadanos organizan, reciben y cuentan los votos.
3. Posteriormente, los obispos también exhortaron a los partidos políticos a demostrar su compromiso democrático y evitar prácticas ilegales. “Todos los Partidos políticos, los candidatos y ciudadanos deben rechazar las prácticas ilegales para no manchar el proceso y poner en riesgo los resultados”. Subrayando la importancia de saber ganar o saber perder, como actitud fundamental en la democracia.
Y añadieron: “Para nadie es conveniente ganar como frutos de trampas y fraudes hechos con conocimiento de causa”. Entendemos que esto anuncia muchas más injusticias y mal estar.
4. Asimismo, acerca de las autoridades electorales del país (INE y TEPJF), la CEM pidió que éstas cumplan sus responsabilidades con profesionalismo, ética y apego a las leyes. Resaltaron que la ciudadanía confía en estas instituciones y subrayaron que, aun enfrentando limitaciones y acosos, deben manifestar su imparcialidad por el bien de México. “Es momento de manifestar su imparcialidad por el bien del país, fortaleciendo la democracia y derrotando todo intento de fraude electoral”, enfatizaron los obispos.
5. El papel de los Medios de Comunicación también fue mencionado, instándolos a informar con veracidad y ética. Según manifestaron los obispos, “el manejo de la información es ya una forma de hacer política”, y destacaron el orgullo nacional por la pluralidad y variedad de sistemas informativos, fundamentales en la construcción de la democracia.
6. Respecto a la seguridad, se hizo un llamado a las autoridades correspondientes para proteger a ciudadanos y candidatos de las agresiones del crimen organizado. “De nada sirve una exhortación para que se abstengan de sus acciones ruines”, señalaron, acentuando que lo único que detiene a estos grupos es el imperio del Estado de derecho.
7. Finalmente, llamaron a las Fuerzas Armadas de México (Guardia Nacional, Ejército y Marina) a mantener su responsabilidad en la construcción de la seguridad nacional y la paz social. “La historia de México reconoce que siempre se comportaron a la altura, colocándose del lado correcto de la historia”, afirmaron, destacando la trascendencia de estas instituciones en el cumplimiento de la legalidad durante el proceso electoral.
Debido a que la jornada promete ser histórica, con la participación de cerca de 99 millones de votantes, la Iglesia espera que la participación, la legalidad, y la civilidad nos lleven a una unión social y un renovado espíritu de esperanza para el futuro de México.
Como vemos, estamos ante un acontecimiento con mayor trascendencia que la de otros momentos semejantes, nos estamos labrando un futuro que debe fortalecer y respetar nuestras creencias, nuestras tradiciones y sobre todo todos los logros que nos benefician, sin excluir injustamente a quienes les negamos arbitrariamente sus propios derechos.
Además, todavía resuenan en nuestros oídos las vigorosas palabras del Cardenal Aguiar Retes dirigidas a Dios el pasado domingo, pidiendo perdón por los agravios realizados en nuestro país transgrediendo los mandamientos y consagrando a la Santísima Trinidad a la Arquidiócesis Primada de México y pidiendo la intercesión de la Siempre Virgen María de Guadalupe, patrona de México y emperatriz de América. También la de San José y la de San Miguel Arcángel.
Nuestra respuesta es de lucha por la paz con el esfuerzo de no permitir nunca más la corrupción.
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