Solos o en compañía

Si alguien se aísla, vive como quiere y nadie le impulsa a superarse. Esto es una pobreza inmensa. Es trágico despreciar la dimensión social de las personas.



Muy pocas veces reflexionamos sobre los consejos que buscamos o que encontramos en algún medio y leemos por curiosidad, como me acaba de suceder. Esto no dejará de suceder, sin embargo, el resultado depende de nuestra sensatez para juzgar y adoptar o desechar aquello.

Me refiero a un artículo que ponderaba la soltería y señalaban aspectos que son mil veces mejores cuando eres soltero, sin advertir que generalmente la soltería termina para compartir la vida y conseguir mejorar el ser y el estar.

Con las observaciones del artículo al que me refiero, se promueve la soledad y, por eso, el individualismo y el deterioro de las costumbres, y al ser costumbres se arraigan en la persona de manera que aunque molesten a otros no será fácil cambiarlas.

Textual: “Puede sonar insignificante, o quizás obvio, pero no hay nada más bonito que no compartir casa y que nadie te diga nada por salir a la sala en calzones o por dejar las puertas abiertas, ni que te obliguen a descolgar tu colección de posters de la NFL porque “no van con la decoración”. Tu espacio, tus reglas”.

Me pregunto: ¿Algún padre de familia habrá reparado en ese consejo y lo discutió con sus hijos, los dejó hablar para escuchar su opinión y luego orientarlos?

Textual: “Mucha gente le tiene terror a ir al cine sola y que todos la juzguen por ser soltera y sin amigos. Sin embargo, inténtalo una vez y querrás repetirlo por siempre. Nadie te va preguntar cosas o hacer comentarios en plena película, vas a preparar tus palomitas justo como a ti te gustan, y lo más importante: nadie te va a convencer de ver una película distinta a la que quieres”.

No hay nada más agradable que escuchar los puntos de vista de otras personas sobre una película. Generalmente se aprende a ver desde otras sensibilidades y el horizonte crece.

Textual: “La belleza de volver a ir a tus fiestas sin acompañante está en que ya no tienes que estresarte porque tu pareja encaje en tu grupo ni porque tus amigos cometan alguna indiscreción sacando al tema amores del pasado o momentos vergonzosos. Tu única preocupación será pasarla maravillosamente”.

Observación: Estas reacciones de las personas son frecuentes y es necesario aprender a resolverlas. Evadirlas es una cobardía. Además, dan la oportunidad de afrontar hechos pasados, en primera persona. Es mejor no dejar estas oportunidades a que otras personas las interpreten.

Textual: “Despídete de las discusiones por ver con qué familia van a pasar Navidad, o peor, pretender hacer la hazaña de visitarlos a ambos el mismo día. Ahora puedes visitar a quien tú quieras sin sentir que tienes el tiempo encima”.

¿Te has puesto a pensar en lo egocéntrico de esta solución? Se orilla a la persona a pasarla bien, sin abrir la posibilidad de agradar a los demás, de satisfacer sus esperanzas. Con este enfoque el espíritu navideño desaparece.

Textual: “Sí, los viajes en pareja tienen su encanto, pero, ¿alguna vez has viajado solo? No hay nada más hermoso que hacer un itinerario a tu medida, o bien, aventurarte a ver qué te depara el destino, levantarte temprano para explorar o quedarte horas disfrutando de la cama y las demás amenidades de tu cuarto de hotel, todo esto porque tú lo elegiste”.

Este planteamiento no es imposible si se dialoga con los cercanos. Alguna vez viene bien diseñar un viaje así. Pero viajar en compañía es mucho más enriquecedor. Además, viajar con otros no excluye ponerse de acuerdo para que en alguna ocasión cada quien haga su propio plan. Desgraciadamente el trasfondo de estos textos es ver a los demás como un estorbo y justificar el egoísmo.

Textual: “Recibir una invitación a una boda cuando eres soltero puede ser estresante, pues posiblemente no sepas a quién llevar de pareja. Incluso, si tu relación terminó hace poco tiempo, puede tener sus momentos melancólicos. Sin embargo, si decides llevar a un amigo, la fiesta es una oportunidad invaluable para ligar y conocer gente nueva. Puntos extra porque ya no tienes que ir a las bodas de amigos de tu ex que ni siquiera te caen bien”.

Nuevamente el planteamiento de fondo es egoísta porque no aparece la alegría de acompañar a los amigos a un suceso tan trascendente. Y también la falta de fortaleza para afrontar del mejor modo una reunión estresante.

Textual: “Hay algo muy especial en despertar un sábado en la mañana sabiendo que tienes todas las posibilidades a tu disposición. ¿Quieres dormir dos horas más? Concedido. ¿Un tour por todos los museos de la ciudad? También concedido. Tú decides completamente de qué se va a tratar tu fin de semana”.

Alguna vez, por motivos justificados se puede diseñar un día así. Se explica a los miembros de la familia y se hace. Aunque es verdad que puede aparecer un problema que frustre el plan. Pero la gratificación de ayudar a costa de los propios planes alcanza una paz interior muy grande.

Textual: “Al igual que el cine, el acto de ir solo a un restaurante es algo que no mucha gente entiende, y quizás si lo intentas al principio te vas a sentir raro, pero con el tiempo encontrarás en esa actividad un espacio de paz en el que puedes disfrutar de una comida que te encante acompañada de un buen libro, un diario para reflexionar, tu música favorita, o bien, simplemente tus pensamientos. Suena raro, pero es una experiencia de autoconocimiento valiosísima”.

Alguna vez puede estar bien. En estas palabras se promueve la costumbre de disfrutar solo. Y es una lástima perder la oportunidad de compartir.

Textual: “Siempre es bonito tener alguien con quien compartir tus hobbies, pero es aún más bonito hacer de estos tus momentos para reconectar contigo mismo, qué leer, pintar, tocar un instrumento musical, hacer macramé, o lo que sea que quieras hacer se convierta completamente en tu cosa.”

Aquí se está alterando el orden siempre es mejor compartir.

En el fondo de estos planteamientos hay un absoluto desinterés por adquirir virtudes. Las virtudes mejoran la propia personalidad y alegran la vida de los demás. Si alguien se aísla, vive como quiere y nadie le impulsa a superarse. Esto es una pobreza inmensa. Es trágico despreciar la dimensión social de las personas.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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