La corrupción tiene muchas caras: no sólo es robar, extorsionar o matar, también es engañar, mentir, calumniar y mucho más. La calumnia destroza injustamente.
Frente a la realidad de la corrupción es necesaria una postura madura. La corrupción no sale de la nada, ni de creer en la existencia de dos grupos: unos buenos y otros perversos o corruptos. Esta clasificación es irreal y manifiesta un espíritu derrotado que se acomoda y dice: así son las cosas y no han nada qué hacer.
Casi siempre las personas se colocan en el grupo de los buenos, a no ser que se trate de personas que han organizado su vida y sacan sus recursos de la clandestinidad. Estos buscan cómplices, desgraciadamente muchos son los miembros de la propia familia, viven al margen de la ley y hacen prosélitos para llegar a tener más fuerza que las instituciones legales.
Es mucho más fácil la cuesta abajo del mal que la cuesta arriba del bien. Esto sucede a nivel personal y a nivel social. Por eso, si pedimos salud social y el destierro de la corrupción, hemos de tener la decisión de elegir la renuncia al confort y defender las causas honestas.
Los cárteles ofrecen beneficios fáciles si colaboran con ellos. Si no lo hacen empieza la persecución y la venganza con toda clase de desmanes que les suceden a las personas, a sus familias y a sus negocios. Por eso, muchas personas emigran y otras acaban cediendo a las demandas de los narcos. Esto es muy triste y se agrava cuando los gobernantes tampoco apoyan.
Pero muchas veces hemos sido testigos de que la fuerza ciudadana puede mucho. Hacerlo es elegir la cuesta arriba, pero vale la pena poner esfuerzo en mantener la perseverancia, la firmeza para contrarrestar el mal y valor para defender a quienes actúan bien, lo hagan de modo institucional, familiar o personal.
En marzo de este año, Reforma publicó la noticia de las empresas más éticas frente al mundo de este año 2021. Les aplicaron el Cociente de Ética diseñado por The Ethisphere Institute.
Con esta evaluación, se busca que las empresas demuestren su compromiso con las prácticas comerciales éticas que tienen en sus programas y producen resultados positivos y benefician a los empleados, a las comunidades y a quienes cualquier tipo de relaciones. Así muestran un desempeño empresarial sostenible y rentable a largo plazo.
En esa edición se reconocieron 135 empresas de 22 países y 47 industrias diferentes. Dos son mexicanas: Grupo Bimbo, en el rubro de industria de alimentos, bebidas y agricultura. Y Fresnillo, del sector metales, minerales y minería. Bimbo es el quinto año consecutivo en que recibe el reconocimiento.
El presidente y director general de Grupo Bimbo dijo a nombre de la empresa que están muy honrados y agradecidos de recibir este reconocimiento por quinto año. E hizo ver que estos resultados son posibles por el trabajo comprometido de los más de 135 mil colaboradores que integran el Grupo. Subrayó que en Bimbo “la ética es mucho más que un compromiso, forma parte del ADN de nuestra empresa y nuestra gente, de la manera en la cual llevamos a cabo nuestras actividades. Es la esencia bajo la que cada mañana emprendemos la ruta que nos ponga en camino a cumplir nuestro propósito de alimentar un mundo mejor.”
Mucho se habla del impacto de los ejemplos porque muestran que es posible hacer el bien y de obtener ganancias para todos. Seguramente han sabido sortear calumnias y sabotajes de parte de quienes quisieran imponer sus malos manejos. Pero cuando hay unidad en todos los estratos es imposible provocar hundimientos.
Es importante captar que toda empresa está destinada a obtener buenos resultados: ganancias bien habidas, abrir fuentes de trabajo y ofrecer productos de alta calidad. Y que sí las hay.
Es importante captar también que hoy en nuestro país hay demasiados mensajes que desprestigian a las empresas y a los empresarios. Es verdad que pueden existir algunas deshonestas, es verdad que ellas desvirtúan la esencia de las empresas, que consiste en crear ámbitos de trabajo con trabajadores de distintos estratos, pero a quienes les une el deber-derecho de crear y conservar fuentes laborales.
Estas fuentes de trabajo son imposibles sin empresarios y expertos en su área de trabajo. Además, los contratos son claros. Si por algún motivo hubiera distorsiones, las injusticias se pueden eliminar con la fuerza de la ley. Nunca con la calumnia o la deshonestidad sea de quien provenga.
La madurez de un trabajador se mide con la observación de los hechos tal como suceden. Y evitando comentarios injustificados que envenenan a algunos.
Argumentar con la mentira es calumniar, es envenenar el alma de las personas, es destrozar los caminos del trabajo necesario.
Cada uno tiene la obligación de impedir este tipo de difusiones. O de impedir que algunas personas se dejen llevar por comentarios destructivos.
Y si se descubren empresas que no lo hacen bien, seguir una investigación legal, pero nunca aceptar la mentira.
La corrupción tiene muchas caras: no sólo es robar, extorsionar o matar, también es engañar, mentir, calumniar y mucho más. La calumnia destroza injustamente.
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