Del político se espera el más alto nivel de caridad, de prudencia y de justicia.
En estos tiempos de confusión, conviene delimitar el concepto de política, así lo entenderemos en este artículo. Política es el trabajo que busca solucionar los problemas de los pueblos para garantizar los derechos humanos. A todos nos compete participar, pero para los gobernantes es su principal ocupación.
El compromiso es muy exigente y requiere mucha madurez, porque la actividad se ejerce desde un puesto visible, cuyas decisiones siempre reciben críticas de unos sectores o de otros. Ningún pueblo es uniforme, los grupos tienen muy diversos puntos de vista, pero el compromiso es servir a todos, por medio de la mejora de vida de todos. Y la mejora incluye en primer lugar el aspecto moral.
Del político se espera el más alto nivel de caridad, de prudencia y de justicia. De caridad porque no excluye a nadie, de prudencia porque decide cómo y cuándo ejecutar las decisiones, de justicia porque sabe dar a cada quién lo que le corresponde. Sin favoritismos ni exclusiones.
Como nadie es perfecto ni sabe de todo, necesita colaboradores expertos en su área de competencia. También ellos caritativos, prudentes y justos, entre sí y con la suma autoridad. Mostrarán la caridad haciendo el bien a sus colegas, ayudándoles, corrigiéndoles a la cara. Practicarán la prudencia combatiendo a tiempo las corruptelas. Mostrarán la justicia cumpliendo sus propias obligaciones y logrando que los compañeros las cumplan.
Todo esto parece una utopía. No lo es. El problema es que hemos permitido muchos desmanes sin alzar la voz. También, como pueblo que somos, hemos de vivir la caridad, la prudencia y la justicia. La caridad para exigir que quien gobierna y sus colaboradores vivan sus compromisos. La prudencia, para acudir a las instancias responsables de escuchar nuestras peticiones. La justicia para cumplir nuestras obligaciones, desde nuestro lugar.
No olvidar que la caridad, la prudencia y la justicia realmente se viven si creamos un ambiente de respeto, de educación, de veracidad.
Los políticos tienen los reflectores enfocados, están expuestos, nos damos cuenta de lo bueno y lo malo que hacen, de sus fortalezas y sus debilidades. A eso me refiero cuando digo que desvisten su alma. Los aduladores los deforman para sacar provecho.
Repito, este panorama no es una utopía. Es el entorno adecuado a la dignidad de toda persona. Lograrlo es posible si estamos convencidos que toda persona puede conducirse rectamente, y de ese modo demuestra que la dignidad es real.
Es algo semejante a los alcances de un buen cantante de ópera. Tiene que mantener un nivel de vida exigente para estar en condiciones de dar la nota adecuada y bien sostenida al interpretar las áreas. Puede dejar de prepararse, pero ha de sobreponerse a la tentación del mínimo esfuerzo si quiere mantener un alto desempeño.
Estamos en una época decadente. Hemos permitido el deterioro que poco a poco ha llegado a los más altos niveles. La historia nos enseña que de otras épocas tremendas ha resurgido la humanidad. Para levantarnos ahora y salir adelante es preciso reconocer los errores y combatirlos. Hay graves problemas a nivel mundial y en todos los estratos de la sociedad, pero hemos de empezar por los de nuestra patria. Mucho mejor, empezar por uno mismo.
Lo peor que nos puede suceder es permanecer en el escepticismo producido por las noticias tan incongruentes y falsas que nos llevan a no creer ni en la paz de los sepulcros. Estas son algunas muestras.
Aseguran que en el plantón de Frena algunas personas agredieron e insultaron… ¿Será cierto? O hubo infiltrados para desprestigiar.
De incongruencias en la acusación al general Salvador Cienfuegos han escrito Raymundo Riva Palacio y Eduardo Guerrero Gutiérrez en El Financiero… ¿Qué hay de cierto? O se trata de desprestigiar al Ejército para justificar la “Guardia Nacional”.
El INE es una institución independiente del gobierno, incorruptible, diseñada para impedir cualquier privilegio a favor de personas o instituciones. Negó a “México libre” erigirse como partido… ¿Incurrieron en irregularidades? O se alinearon con los deseos del presidente que ahora ya los alaba.
Recientemente se acentuó la solicitud de medicinas para los tratamientos de cáncer. A continuación, el robo inexplicable de esas medicinas… ¿Realmente se consiguieron las medicinas? O fue el modo de fingir que habían escuchado las demandas y así encubrieron el desabasto.
La manipulación del lenguaje es tremenda, los profesionales de la información pueden ser un freno adecuado… ¿Quieren serlo? O secundan al mejor postor.
Cuando se lanza una acusación es honesto presentar pruebas. Es el caso de la demostración de los contubernios de Pio López Obrador. Acaba de demandar por la exhibición de los videos que muestran sus desmanes… ¿Quién le apoya para atreverse? O la 4T ya modificó el concepto de moral.
No es nada fácil lograr el trabajo en equipo en una sociedad plural. Generalmente las diferencias se resuelven con insultos porque, a veces, se descubren traiciones de todo tipo. Esto tarde o temprano provoca el desmembramiento y la proliferación de partidos
Para lograr un trabajo estable en una sociedad plural es indispensable coincidir en los principios y defenderlos de cualquier innovación destructora. Las convicciones de los integrantes del grupo deben coincidir en la lealtad, la honestidad y el respeto mutuo. Todo ello es inamovible. En cambio, en lo opinable hay que unirse a las propuestas de la mayoría, aunque difieran del punto de vista personal.
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