Educación preventiva, perfectiva y correctiva

La templanza es la virtud con la que cada persona conduce sus apetencias y no se deja llevar por ellas. Esta virtud capacita a la persona para saber disfrutar sobriamente.



Hay variados tipos de educación. En este artículo se explicará por qué es conveniente hacer esta distinción. La educación como proceso siempre es perfectiva, pero con respecto al educando se pueden dar muchos calificativos a la educación, según sean sus necesidades.

Preventiva

Siempre la educación religiosa tiene un trasfondo de superación. Desde la adopción del liberalismo este tipo de enseñanza o se prohíbe o se le da poca importancia. De esta manera, las personas, especialmente los infantes crecen sin esta ayuda que contrarresta muchos errores. Y como los padres tampoco la recibieron no la transmiten.

Por lo tanto, los padres que han engendrado con mucho cariño a los hijos tienen que estar pendientes de los contenidos que recibirán en la escuela. Desgraciadamente hay muchas presiones a nivel mundial, empeñados en incorporar a los programas información que no educa, deforma. Y es muy triste que con la mejor intención y sacrificios los padres llevan a la escuela a sus hijos y allí los desorientan. En muchos casos los pervierten.

Además, en el ambiente hay bastantes estímulos inconvenientes. Por ejemplo, alarma el aumento de la drogadicción, se facilita el uso lúdico de la mariguana. Quieren frenar los embarazos de las adolescentes, y en los programas, en todos los grados de la enseñanza básica, se incluye la “educación sexual integral”, obligatoria y transversal, bajo el argumento de que todos tienen derecho a disfrutar su sexualidad. Si en la infancia se inician en las relaciones sexuales, en la adolescencia la fertilidad tendrá sus consecuencias.

Otro asunto que flota en el ambiente es la propagación de contenidos pornográficos en las redes. A todos los niveles el bombardeo de estos contenidos afecta íntimamente y provoca adicción. Las personas están hipersexualizadas e inermes para salir de esos contenidos que bloquean el aprendizaje de otros temas.

A los profesores, aunque se les asegura la libertad de cátedra, en estos temas, les exigen acatar las decisiones del Estado y no modificar los contenidos. Hay muchos ejemplos de persecución a quienes los exponen de otro modo.

Respecto al tema de la educación sexual no se han respetado los derechos de la familia y se ha acentuado el rol del Estado. El derecho y el deber de educar a los hijos corresponde a los padres.

Otro aspecto gravísimo es la imposición de la ideología de género unida a las demandas legítimas de igualdad y respeto para todos. Sin embargo, esta igualdad y respeto se interpreta como el reconocimiento del derecho de las personas a decidir su identidad y orientación sexual. Incluso en varios lugares el Estado ofrece apoyos para cambiar el sexo, cuando lo solicitan los jóvenes, sin el consentimiento de los progenitores.

Para congraciarse con los movimientos feministas desde los programas de secundaria, a veces antes, se fomentan los derechos de las mujeres subrayando el derecho de disponer de sus cuerpos como una manifestación importante de la libertad personal. Esto es el preámbulo de la propuesta de un pseudo derecho, el derecho al aborto.

Perfectiva

La educación tiene como finalidad fortalecer a toda persona y desde cualquier nivel educativo, con la adquisición de las virtudes. En este campo no hay que polarizarse y argumentar contra las amenazas educativas antes mencionadas. Se trata de fortalecer a la persona para hacer el bien, sea cual sea y esté en cualquier ambiente, bajo cualquier tipo de presiones.

Por eso, desde la niñez es importante fomentar la sinceridad y la templanza. La sinceridad para decir la verdad cueste lo que cueste. Solamente así se puede incidir en las necesidades auténticas de los educandos. La templanza es la virtud con la que cada persona conduce sus apetencias y no se deja llevar por ellas. Esta virtud capacita a la persona para saber disfrutar sobriamente.

Otra virtud indispensable para fortalecer a la llamada generación de cristal es la fortaleza, para acometer proyectos, pero sobre todo para resistir a las tentaciones que ofrece la sociedad como la pornografía que es la puerta para otros vicios. También para resistirse a los placeres deshonestos, y para resistir al uso de drogas y al abuso del alcohol.

Correctiva

En este campo es necesario afrontar la perversión en cuestiones de familia, vida y educación, en contradicción con las más valiosas tradiciones que buscan enterrar. Detrás está el llamado Nuevo Orden Mundial.
Por lo tanto, es imprescindible reorientar los temas citados en la educación preventiva, ahora totalmente confundidos. Esto supone más esfuerzo porque hay que quitar los errores, que ha invadido los contenidos educativos. Y, luego construir para revalorar la vida, la familia, la sociedad, el trabajo, la dignidad de la persona -idéntica en la versión femenina y masculina-. Con estas bases será más fácil reconstruir el tejido social tan tremendamente deteriorado.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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