El Papa Francisco, el día primero de junio de este año, calificó a la familia como el tesoro más precioso, en la reunión que tuvo en el Vaticano con la Federación de Asociaciones de Familias Católicas de Europa (FAFCE), en su 20º aniversario. Ese título se puede hacer extensivo a las familias del mundo, y aplicarnos los consejos que les dio.
“Las familias no son piezas de museo, sino que a través de éstas se concretiza el don, el empeño recíproco en la apertura generosa a los hijos, así como en el servicio a la sociedad, célula fundamental de la sociedad y levadura que ayuda a hacer crecer un mundo más humano y fraterno, donde nadie se sienta rechazado, ni abandonado”. Añadió que en su exhortación Amoris laetitia ha querido subrayar “cómo a partir de las familias podemos volver concreto el don del amor recíproco a través de la belleza y la alegría”.
El Papa elogió también las iniciativas que realiza la FAFCE en Europa, como promover políticas concretas en favor de la familia. Y, precisamente en Hungría, donde en Budapest, del 24 al 28 de mayo se celebró el XI Congreso Mundial de las Familias, el gobierno tiene un programa de políticas basadas en el humanismo cristiano, para apoyar a las familias, que es de desear que muchos países lo emulen.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, con el 4% de su Producto Interno Bruto, lleva varios años impulsando planes complementarios para mejorar las tasas de fertilidad y las condiciones económicas, sociales y familiares. Él predica con el ejemplo y tiene cinco hijos. Los cinco aspectos que se han implementado son: apoyo financiero a las familias, hijos y mercado laboral con énfasis en la mujer, apoyo a viviendas amplias, pobreza y protección de la infancia, programas de sensibilización social.
Con este entorno, en el Congreso de la FAFCE se pudieron plantear propuestas muy interesantes, como las de European Youth Workshop, jóvenes de asociaciones de toda Europa que se reunieron para debatir el papel del padre y la madre en la familia.
Viktor Orban compartió medidas que están teniendo éxito en distintos países.
En general, en el Congreso Mundial de las Familias, cuyo lema fue “Construir naciones amigables para las familias, hacer a las familias fuertes otra vez”, se planteó que desde la sociedad civil se impulse “cultura de familia”.
En el Foro Europeo de “One of us”, María San Gil, Rocco Buttiglione y Lourdes Méndez Monasterio hablaron de la cultura provida y profamilia. En la conclusión de este Foro, Jaime Mayor Oreja reiteró el empeño de proteger a los seres humanos desde su concepción.
Al final del Congreso Mundial de las Familias se desarrolló, por las calles de la capital húngara, el Festival de las Familias. Variadas actividades para disfrutar en familia.
Pero, volvamos a las palabras del Santo Padre: el servicio se concreta con “los más necesitados; con las personas con discapacidades; los huérfanos; en la solidaridad con los migrantes; en el arte paciente de educar que ve en cada joven un sujeto digno del amor familiar; en la vida de quien está por nacer, aún sin voz; en las condiciones de vida digna para los ancianos”.
El Papa Francisco concluyó con una triple exhortación: “Los aliento a desarrollar con creatividad nuevos métodos y recursos para que la familia pueda ejercitar, tanto en el ámbito eclesial como en el civil, la triple tarea de sostener a las nuevas generaciones; de acompañar en los difíciles caminos, algunas veces accidentados de la vida; y de guía que muestre referencias de valores y de significados en el camino de cada día. Esta triple misión puede ser una contribución específica que vuestra Federación, con su servicio cotidiano, ofrece a las familias de Europa”.
Todo esto nos lo está diciendo también a nosotros.
Fuentes:
Zenit del 1 de junio de 2017; José Castro Velarde en Enraizados del 30 de mayo de 2017; Actuall 6 de mayo de 2017.
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