Los efectos de las relaciones sexuales se trivializan al identificarse con solo placer y con el rechazo de la procreación.
Hace falta un alto en el camino para poner las cosas en su lugar. Hay muchas confrontaciones y problemas no resueltos en nuestras sociedades y tal vez podemos absorber ese fenómeno y sentir una profunda desazón y de momento, poner entre paréntesis tantos trabajos, tantos aprendizajes y tantos intercambios de favores.
Muchas veces, el consejo es hacer dos listas para anotar en una los aspectos positivos en nuestra vida y en el otro lo negativo, luego ordenar aquello según su importancia, después identificar lo que podemos solucionar. E iniciar el trabajo señalando, con realismo, el tiempo para llevarlo a cabo.
Seguramente podremos reconocer que como la mayoría de los contenidos de los medios de difusión son sensacionalistas, negativos y apabullantes, terminamos viendo todo con una óptica teñida de negro. Reconocerlo nos salvará de un estado depresivo o pesimista. Paralizante.
Con un ánimo más equilibrado, podremos ver los retos como oportunidades para aceptar la vida y convertir lo adverso en trabajo solidario y compartido. En el trabajo tenemos la oportunidad de conocernos y aportar todo aquello en que destacamos: empuje, constancia, dirección, colaboración. Pero siempre contribuir para lograr la mejora.
Después de llevar a cabo estos planes durante un tiempo, seguramente el autoconocimiento mejora, la acertada ubicación de las metas será más realista y la experiencia de ver resultados será como una transfusión de optimismo y fortaleza para poner punto final a lo iniciado y recomenzar a resolver otros problemas, con la seguridad de la experiencia adquirida.
Es interesante ver los temas que presentan los medios, cómo los presentan y, lo, más importante, es advertir las consecuencias.
La sexualidad humana es el trasfondo de casi todos los temas: la salud y la enfermedad, los contenidos educativos, las luchas por el poder, el arte y la moda, la justicia laboral, la legislación, la estructura y las relaciones intrafamiliares, el desarrollo de la humanidad. Sin embargo, el modo de enfocar este tema tan hermoso y delicado, desgraciadamente fomenta la permisividad en las conductas sexuales de todos. Los efectos de las relaciones sexuales se trivializan al identificarse con solo placer y con el rechazo de la procreación.
Las crisis en las relaciones humanas se presentan al margen del respeto a la intimidad. Muchas veces la información es sesgada y en vez de conseguir la solución pacífica de las diferencias, se promueven más pugnas y se fomentan las rupturas. Los destinatarios pierden el respeto a la vida ajena y ven con naturalidad los desajustes en la sociedad.
Una distorsión que rompe con la tradición y con el entendimiento intergeneracional se da en la semántica, el lenguaje es confuso, las palabras cambian de significado. La propuesta es evitar el masculino y el femenino y utilizar solamente el neutro. De este modo se rompe con la tradición, ya no entendemos lo que entendían. Al modificar los significados ya no entenderemos los escritos y perderemos historia y tradición. Esta ruptura del diálogo con las generaciones del pasado nos empobrece porque desconoceremos nuestra herencia cultural, factor importantísimo para nuestra identidad.
Para saber quienes somos es necesaria la comunicación con los predecesores, por tanto, es importante defender la etimología de las palabras y estudiar usos y costumbre del pasado. Saber de sus errores para no reincidir, y de sus aciertos para recuperarlos y construir a partir de ellos.
También, para saber quiénes somos, es necesario desterrar la postura relativista, instalada en este mundo hace tiempo, y sigue causando falsedad e ignorancia en casi todos los países del mundo. Sin embargo, hay algunos que no se han dejado llevar por estos enfoques y a los que podemos emular y unirnos. Ellos son: Polonia, Hungría, Rumanía, Rusia, Paraguay, Perú y en algunos temas Ecuador. Muestran su valor al no ceder a la presión de las organizaciones nacionales e internacionales.
Para estar bien informados habrá que elegir medios comprometidos con la propagación de datos veraces. La lógica de la información enseña que prolifera todo aquello que tiene más vistas. Por tanto, si acudimos con frecuencia a lo que cultiva y muestra datos fidedignos, esos contenidos se multiplicarán.
Si nos quejamos del deterioro de las costumbres, de la desinformación, etcétera, etcétera, veamos si hemos contribuido a la proliferación de tales contenidos al adoptarlos ingenuamente como fuente de datos. O ser asiduos por curiosidad mal sana.
El autoconocimiento incluye pasado, presente y futuro. Quién soy y como soy. De dónde vengo y a dónde voy. Con quién me relacioné, con quién me relaciono y con quién deseo relacionarme. Por qué lo hice, lo hago y proyecto hacerlo. Qué consecuencias veo en todo esto para mí y para los demás.
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