Desarrollo ciudadano en el ejercicio profesional

El inicio en la vida profesional cada vez abarca más ámbitos debido a la facilidad de contar con apoyos cibernéticos que posibilitan las interconexiones. El trabajo a distancia resulta más accesible gracias a la experiencia adquirida en los años de confinamiento.

Estas conexiones y las actividades cívicas en las que participaron durante la última época de sus estudios constituyen una plataforma a partir de la cual pueden continuar con los proyectos emprendidos o para iniciar otros con más alcances. Es muy necesario no perder las relaciones adquiridas en los proyectos en que participaron y ahora integrarlos al ejercicio profesional. Lógicamente se adaptará la colaboración a las nuevas circunstancias.

Obviamente hay prioridades como la de dedicar el primer lugar a construir la propia familia y dar los mejores resultados en el trabajo profesional, pero no se ha de perder el interés por los problemas sociales y estar al tanto de los que llegan con carácter de urgencia como ocurre con algún desastre inesperado. En estas colaboraciones conviene integrar a los miembros de la familia para fomentar la unidad de intereses.

La familia y la sociedad civil fluyen de la naturaleza humana y al fomentar la participación activa resulta un beneficio para las personas, por lo tanto, si en algún momento se duda de involucrar a los miembros de la familia con esas cargas no incidimos en aspectos poco evidentes pero latentes que provocan cierta insatisfacción.

El papel de la familia en la promoción de la fraternidad y de la cohesión social que han vivido durante su desarrollo como hijos, las experiencias adquiridas durante su paso por las instituciones educativas no se deben interrumpir y también es la oportunidad de involucrar a quienes no las han desempeñado. Estas actividades además fomentan la solidaridad y evitan graves faltas de justicia. En muchos ambientes no se consideran y eso es muy lamentable.

Al adquirir el compromiso de desempeñar un encargo en el mundo laboral y tener más relaciones y posibilidades, es una oportunidad para dar más realce a la vinculación familia, institución laboral y sociedad. Tres ámbitos que influyen en el desarrollo de la personalidad, y al guardar un justo equilibrio provocan armonía y amplitud de miras.

El camino para generar una humanidad más fraterna parte del interés por los problemas de las localidades del propio país, pero también por los de otros lugares. Actualmente la interconexión es muy grande, no solamente de información sino de colaboración. Es necesario entender que, si ayudamos a otros a tener recursos, esos logros se replicarán. La fraternidad, bien entendida es fruto de la caridad y, contrarresta la indiferencia y el egoísmo.

En muchos lugares hay sólidos proyectos para ayudar a quienes socialmente se encuentran marginados, cada vez se conocen más Instituciones con responsabilidad social, más sociedades democráticas con compromiso social y más colaboración internación para afrontar desastres naturales.

En este tema, las leyes tienen un gran papel para aplicar la justicia y otras virtudes ciudadanas. Desgraciadamente en muchos sitios nos hemos acostumbrado a las violaciones de las leyes. Muchas veces porque las desconocemos, otras porque las evadimos y no queremos intervenir en problemas que no nos atañen. Esta visión tan miope tarde o temprano los afectará.

El inicio de la vida profesional se caracteriza por planes ambiciosos. Esto es estimulante y incentiva la esperanza de tiempos mejores, siempre que esos planes no sean individualistas o hedonistas. La riqueza del donarse y de la apertura e ingenio para detectar las carencias e ingeniarse para resolverlas no solamente la han de experimentar los donadores sino integrar a los destinatarios para que no esperen a estar mejor, ya deben empezar a colaborar para otros.

Conviene dar seguimiento al modo de aprovechar las ayudas. Estas han de lograr la autosuficiencia de los beneficiados. Llama la atención que hay zonas con años de recibir ayudas y no progresan. Tal vez no saben cómo utilizarlas, o las gastan para satisfacer sus vicios, o simplemente eran otras las expectativas.

No siempre la participación ciudadana se ha de centrar en las zonas marginadas, también consiste en intervenir en los proyectos de desarrollo o en las decisiones que afectarán el presente y el futuro de la sociedad. Por ejemplo, cultivar las tierras con los productos que se necesitan para la alimentación típica de ese lugar.

O ver el modo de industrializar los recursos del lugar y que no valoran los habitantes. Secundar las decisiones de los lugareños sobre el orden público y el social. Y dar seguimiento a los resultados para que realmente sean los esperados. O modificar los planes hasta lograr la mejora esperada.

El seguimiento de los proyectos abre las iniciativas. Cuando las personas ven interés, acompañamiento y deseos auténticos de elevar los recursos de las comunidades, las personas reaccionan con nuevas iniciativas y con la revaloración de esos proyectos con horizontes más amplios.

Cada vez somos más conscientes de que votar en las consultas es el modo de manifestar nuestros intereses. También el voto electoral es sumamente importante, pero hemos de hacerlo con criterio. Saber detectar los informes veraces y decidir. Es muy mal hábito dejarse influir por opiniones sin fundamento. Muchas atrocidades del pasado las hemos secundado si así ha sido nuestra manera de proceder. Señalar el rumbo para nuestro país no es poca cosa.

Con la experiencia profesional, pueden aflorar cualidades inéditas para tomar parte activa en partidos políticos o en instituciones del gobierno. Estas son oportunidades para influir con una trascendencia muy extensa. Pero a la vez hay que medir la fortaleza moral para afrontar propuestas indecorosas que provoquen el desmoronamiento de los principios. Hay un lema impresionante; “De qué sirve ganar el mundo si se pierde el alma”. Si se cuenta con la ayuda necesaria, hay que servir al bien común.

De hecho la familia es una fortaleza, las leyes justas son otra fortaleza, los equilibrios de poder también son muy eficaces. El amor a la justicia necesariamente se demuestra cuando se aplica siempre y para beneficio de todos. Si se promueve el comportamiento justo y la caridad social también habrá un ambiente favorable. Otra ayuda es defender la libertad de los demás y el pluralismo para dar respuesta a los asuntos temporales.

El preámbulo de todos estos asuntos es el sistema educativo. Entendiendo a la educación como la influencia para sacar lo mejor de cada persona y dotarla de recursos pata contribuir al entorno que ayude a conservar lo mejor en los demás. Uno de los temas de la educación es la correcta comprensión de la libertad: La libertad persigue el bien, y si no es así no es libertad.

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