La celebración del Día del Maestro, no se centra en un día… Tenemos la extraordinaria posibilidad de hacer de cada clase, una celebración… Una celebración en donde formamos para la vida, en donde transformamos vida, en donde educamos para la vida.
Alianza de Maestros en sus últimos años, vive un proceso de transformación en donde con sus acciones, toma mayor fuerza y presencia y se vuelve “una nueva voz, en favor de los maestros”.
La dignificación de la labor de docente, nos impulsa a generar un trabajo constante y de propuesta constructiva, en los diversos ámbitos educativos, sociales y políticos. Es indispensable que el maestro vuelva a ser ese formador y transformador social, con un liderazgo humanista, que con sentido trascendente, sea capaz de cambiar el destino de muchas generaciones por venir.
Hoy, ante el marco de la aprobación de la reforma constitucional en materia educativa, observamos que este nuevo texto tiene diversos claros oscuros y en varios puntos la posibilidad de un retrocesos a viejas prácticas ya superadas.
Queremos hacer patente que la educación no se centra en ganadores y perdedores de un proceso de consulta, en donde se pueda mencionar quienes fueron escuchados y quienes no… Eso no es lo importante de la educación.
En el proceso de los trabajos por venir, en las leyes secundarias tenemos no solo la obligación, tenemos el deber de contribuir una vez más, a brindar las mejores propuesta para generar los caminos que necesita este país en el ámbito educativo.
Necesitamos que los maestros presentemos propuestas para que el próximo Centro Nacional para la Revaloración del Magisterio, sea el mejor centro de formación y capacitación para los maestros y se vuelva al igual que el INEE en su momento, en un referente a imitar por otros países.
Es una buena oportunidad para impulsar diversas propuestas que abonen a la transparencia, al reconocimiento y mérito por el trabajo desempeñado de un docente, de valorar las capacidades y habilidades y su formación académica que le permita ser el acreedor de una plaza, por su alto desempeño y no por una compra que lo humille y descalifique.
Tenemos la oportunidad de que en las leyes secundarias construyamos un triángulo virtuoso de capacitación en donde maestros, padres de familia y alumnos, generemos estrategias exitosas de aprendizaje y educación para la vida.
La reforma nos invita a impulsar una cultura por la paz… Necesitamos ser agentes que impulsen mediante diversas estrategias e iniciativas escolares y familiares, una comunidad educativa constructora de la paz, en donde todos juntos se suman para erradicar de las escuelas, la violencia que solo lastima el alma y empobrece al ser humano.
El centro de la educación son los niños, las niñas, los adolescentes y los jóvenes. Son ellos y ellas quienes con sus pasos dan sentido a la palabra “maestro”.
Son ellos quienes ponen vida al salón de clases, son ellos quienes hacen de la enseñanza, la más grande y noble vocación que el hombre pueda tener…
Son ellos los que nos dan la oportunidad de ser “maestros” y por ellos, debemos brindarles la mejor educación, una educación que les toque el alma, que los transforme en hombres y mujeres de bien.
Nuestra celebración, no se centra en un día… Tenemos la extraordinaria posibilidad de hacer de cada clase, una celebración… Una celebración en donde formamos para la vida, en donde transformamos vida, en donde educamos para la vida.
Vienen tiempos importantes, hagamos de cada día, un día para educar, para transformar, para sembrar…
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