“Lo que no se nombra, no existe”

“Lo que dice la ONU sí es verdad, la desaparición forzada sí existe, porque a mis hijos me los robaron de mi domicilio y un menor de edad, son mis únicos dos hijos y no sé por qué dicen que no existe la desaparición forzada, en Chiapas existe, son más de 2,220 casos que están denunciados, aparte por temor las mamás no denuncian, pero hay muchísimos casos”.

Con este testimonio, Liliana Pérez, integrante del Colectivo “Madres en Resistencia”, asegura que sus dos hijos desaparecidos fueron levantados en 2024 por miembros del Ejército mexicano. Al principio, no presentó denuncia porque le aseguraron que tanto la Fiscalía como el C5 de Chiapas colaboraban con ellos, por lo que entonces decidió pedir ayuda al campo militar No. 1 pero fue ignorada, a pesar de que uno de sus hijos era militar en activo.

La cruda realidad es que la crisis de desapariciones en México se ha desbordado y el botón que la detonó públicamente fue lo sucedido en Teuchitlán. Los macabros hallazgos en ese rancho evidenciaron, ante la comunidad internacional, las ineficiencias, omisiones e incluso complicidades de los gobiernos con el crimen organizado, al grado que el Comité de Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) activó, por primera vez en todo el mundo, el procedimiento del artículo 34 de la Convención Internacional sobre Desapariciones.

Y mientras la desesperación priva entre las madres y familiares que buscan a sus seres queridos, la respuesta del gobierno se centra, como ya es costumbre, en negar la crisis, culpar al pasado y usar su mayoría en el Senado para descalificar a los funcionarios de la ONU e incluso, pedir la destitución del titular del Comité. Irónico, pues justo es la falta de reconocimiento de los hechos, uno de los elementos que la ONU consideró para emitir su posición.

Claudia Sheinbaum ha sido enfática en insistir que “lo que no se nombra, no existe” y bajo esa premisa, su gobierno sigue los pasos de su antecesor: evita a toda costa hablar de los problemas que ocupan y preocupan a los mexicanos, en cambio, baila, boxea, canta, sonríe y especialmente… miente.

Lo cierto presidenta es que:

Sí existen las desapariciones forzadas y también las cometidas por particulares, pero no hay un gobierno que les procure justicia.

Sí existen las niñas y niños con cáncer, pero no hay gobierno que los atienda y les proporcione medicamentos y quimioterapias.

Sí existe el robo de huachicol, pero no un gobierno que lo combata, al contrario, lo dirige.

Sí existe la corrupción, pero no un gobierno que la castigue, más bien la institucionaliza.

Sí existe una Secretaría de las Mujeres, pero no un gobierno que las impulse y garantice sus derechos.

Sí existen las campañas anticipadas, pero ya no, la institución ciudadana que las detenga.

Sí existe una reforma al Poder Judicial, pero no justicia para el pueblo.

Sí existen miles de problemas, pero no hay gobierno con la voluntad de resolverlos.

Y para su buena fortuna, presidenta, sí existe sociedad opositora, pero no liderazgos partidistas que la representen.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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