“Hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre”

Reza un dicho popular “hágase la voluntad en los bueyes de mi compadre”, el cual describe a la perfección las conveniencias y perversidades de los integrantes morenistas y sus cómplices.

Lejanas se observan las promesas hechas durante los años de campaña del tabasqueño, que eran aplaudidas y replicadas por un movimiento que, se decía, iba a transformar la vida política nacional. Pero a la luz de la información oficial disponible, resultó que algunos de los actores políticos señalados como responsables en el pasado, son los mismos que ahora han sido purificados y hasta premiados; que los corruptos de ayer, hoy cuentan con el cobijo presidencial y la protección del Estado con cargo a la hacienda pública; que el grave problema de inseguridad pública que terminaría con la estrategia de abrazos en una república amorosa, hoy es minimizado a pesar del doloroso número de muertes violentas que cada día rompe el récord rojo de este gobierno, entre otras muchas crueles realidades.

Las falsas ofertas electorales se convirtieron en mentiras, cinismo y un constante abuso de poder, en donde las leyes están de adorno y se utilizan a gusto del inquilino de Palacio Nacional para someter adversarios, exigir sumisión a los su-yos, lucrar con la pobreza y pagar, sí pagar -con puestos, presupuestos y apoyos condicionados-, el supuesto amor de los que se dicen incondicionales. ¡Vaya que las cosas han cambiado!

“¡Fue el Estado!”, era el grito que manifestaban ante las tragedias para sacar raja política, previo a asumir cargos de gobierno y de representación popular. Hoy, ante la fracasada y criminal política de seguridad, el único estado constante es el de la indefensión de las víctimas, que no tienen a quién acudir para encontrar justicia.

“¡No a la militarización!”, vociferaban como opositores, y resulta que ahora tenemos a los militares en todos lados: en las empresas del Estado, sí, las de antes, y las muchas que han creado, con un poder político y económico sin precedentes y hasta entrega de reconocimiento a quien, acusado de vínculos con el narco-tráfico por Estados Unidos, ahora dicen “rescataron de las garras yanquis”. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas se convirtió en el ejemplar y obediente siervo de la SEDENA.

“¡No al uso de programas sociales para fines electorales!”, consignaban. Pero qué de malo hay si ahora lo hacen MORENA y sus miembros. ¡Total, de eso se trata la transformación! Aquellos que propusieron y votaron que sean considera-dos delitos graves los electorales, nunca lo serán si los comenten los cuatroteístas. Y no de ahora, sino desde hace tiempo. Baste recordar el fideicomiso que este movimiento creó para desviar y lucrar con las víctimas del sismo de 2017 y que el INE comprobó y sancionó por incurrir en irregularidades. Por eso es que hoy, ante la falta de liderazgo, adquieren su posicionamiento violando todo el tiempo la ley y usando descaradamente el aparato del gobierno para promover al presidente.

Y bueno, si a esto se le suma el desvío de recursos para promover a corcholatas grandes, medianas y pequeñas de la coalición gobernante, el resultado es deprimente para la salud de la vida pública: pura simulación. Ahí está la grosera proliferación -cual plaga guinda- de espectaculares, bardas, pendones y todo tipo de propaganda, que se paga con recursos que no sabemos de dónde salen, pero no hay duda, son ilícitos.

“¡Castigo para quienes cometan corrupción!” fue la bandera en tres elecciones federales. Pero si se pertenece al oficialismo y eres amigo o familiar de López Obrador, automáticamente se levanta el pañuelito blanco y se obtiene el perdón anticipado, se puede vivir en una casa blanca o gris, tener los coches de lujo que antes no se podían comprar y desfalcar a la administración pública. ¡Total, todo sea en nombre del pueblo bueno!

Estas son algunas de las mentiras que sacuden a quienes creyeron que la lucha del tabasqueño era genuina. Vaya golpe de realidad reciben periodistas, artistas, científicos, académicos, feministas y campesinos, que han pasado a ser parte de ese grupo que el presidente califica de “progres buena ondita” y que, según sus palabras, “nunca estuvieron con él”, cuando la verdad de las cosas es que él y su movimiento nunca han estado con el pueblo, porque como siempre lo he dicho, ha sido su pretexto, no su causa.

¡A ver con qué cara el presidente se atreve a justificar la falta de recursos para afrontar el desastre que vive hoy Guerrero por el paso del huracán, luego de que en 2020 decidió acabar con el FONDEN para despilfarrar estos recursos en sus caprichos!

Al interior del conjunto político cuatroteísta, además de sumisión que le llaman lealtad ciega, hay un miedo enorme a perder sus privilegios y a que la interpretación de la justicia oficial los aplaste, sin piedad, sin clemencia, con rencor y sinrazón. Por ello es que lamentablemente muchas personas decidieron arrinconar su pasado y claudicar en sus principios, con tal de obtener la venia del que ostenta el poder en estos momentos.

Es lamentable comprobar que en este gobierno, la política se ha convertido en un vulgar espectáculo para mostrar, más que cifras oficiales, los otros datos del ideal AMLOísta, que día a día ponen en escena la evidente leyenda del “hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre”.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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