El discurso de Sheinbaum, a veces grotesco, lleno de alabanzas a López no indica la continuidad de gobierno, sino la sumisión de la Ejecutiva con el Ejecutivo saliente.
Claudia Sheinbaum intenta imponer su propio proyecto y su propia visión de país, cuestión que por ahora parece remota por la cantidad de candados que le pusieron en los distintos espacios de poder.
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