Todas esas alabanzas como introducción de Sheinbaum hacia AMLO eran más para que los obradoristas la compren como la digna continuadora del segundo y elevado por encima de todo piso.
A Zaldívar lo tratan siempre con la punta del pie, a Monreal no le dan apoyo ni para ganar una alcaldía, a Noroña le dan la presidencia de la Jucopo, pero le quitan el control de la lana.
Claudia Sheinbaum la tiene muy pero muy difícil en ese terreno del dinero, porque si en verdad el presupuesto es de 10 billones, eso implica que piensa endeudarnos todavía más.
Quizá parte del problema es el partidismo que se ha confundido con la democracia, y eso viene de diseño y su raíz es tan fuerte como el presidencialismo.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.Acepto