La violencia que experimenta el país toma rumbos inusitados; el pasado jueves 8 de junio, fue agredido en su domicilio el padre Antonio Zambrano a quien le fue enterrado un desarmador en la cabeza. El 7 de junio, fue asesinado Jorge Antonio Díaz Pérez, sacerdote quien desde el año pasado se encontraba suspendido del ministerio por cuestiones disciplinarias.
En el primer caso el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, ciudad donde ocurrió el ataque contra el padre Zambrano, del cual se recupera gracias a que el desarmador no logró penetrar en el cerebro, comunicó a los presbíteros que colaboran con él en la Arquidiócesis como decanos, que el Párroco de San Pedro y San Pablo, ya a punto de disponerse a descansar, escuchó ladrar a los perros por lo que se dispuso a investigar qué sucedía, observó a una persona “agazapada” cerca del calentador de agua.
El padre Antonio le increpó para que desalojara la casa parroquial, sin embargo el individuo lo atacó con un cuchillo, el sacerdote logró quitarle el arma punzo cortante, sin embargo el atacante tomó un desarmador el cual le enterró en la cabeza, cerca de la oreja izquierda.
El arzobispo de Tijuana pudo visitarlo en el hospital e incluso hablar con el párroco y comprobar que comprende bien lo que ocurre a su alrededor, pero informó que los médicos seguirán realizándole estudios debido a que el objeto extraño se ingresó de forma muy profunda. Además, explicó que al sacerdote responsable de la Parroquia de San Pedro y San Pablo ubicada en la Colonia Florido Primera Sección, ya lo han asaltado en otras dos ocasiones por lo que destacó la necesidad de que cuente con seguridad. En su mensaje el arzobispo señaló la contradicción de que el día en el que se han ordenado tres nuevos presbíteros a esa Iglesia Particular, se presenta este hecho. Al día siguiente, se difundió un video en que el padre Zambrano, convaleciente y aún en le hospital afirmó “ya estamos muy bien gracias a Dios” además agradeció las oraciones ofrecidas por él.
El segundo hecho, ocurrió en la Comunidad El Toro, municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, en que tras un aviso al número de emergencia 911, sobre un persona sin vida en un domicilio particular, las autoridades localizaron ya fallecido al sacerdote Jorge Antonio Díaz Pérez, quien contaba con 69 años de edad y que presentaba con golpes en la cabeza y otras partes de cuerpo. Según peritos criminalistas, comentaron que el sacerdote falleció a causa de golpes con objeto “corto contundente”, que pudo haber sido “una pala, o alguna otra herramienta”.
La Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí (PGJSLP), informó en un comunicado, que fueron detenidos dos sujetos de sexo masculino como probables responsables del homicidio, uno de ellos es funcionario de la Dirección de Comercio Municipal de Santa María del Río y el otro su empleado en un negocio aparte. El domicilio donde se llevó a cabo el asesinato es propiedad de uno de los detenidos.
La PGJSLP, indicó que tras una búsqueda en sus registros, Jorge Antonio Díaz Pérez, el sacerdote ultimado, no tenía ningún antecedente de denuncia en su contra.
Asimismo la Arquidiócesis de San Luis Potosí confirmó que la suspensión que recibió Díaz Pérez del ministerio fue por indisciplina y no algún asunto de pederastia, según medios afirman citando al vocero oficial de la Arquidiócesis, Padre Juan Jesús Priego.
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