Un mes antes de la ceremonia llegaron los resultados de la lotería. Nancy andaba de mochilazo en Polonia y de pronto su amiga le llama y le da la gran noticia.
Nancy Gutiérrez Olivares, estudiante de Maestría en Trabajo Social, formó parte de un programa Erasmus Mundus dirigido a estudiantes no europeos. El programa se divide en cuatro diferentes universidades, el primer semestre lo realizan en el Instituto Universitario de Lisboa, en el segundo se mudan a Noruega para ingresar en la Universidad de Stavanger, en el tercer semestre es el turno de la Universidad de Gotemburgo para recibir a los alumnos. En el último semestre los pupilos deciden en cuál de las ya mencionadas universidades desean terminar sus estudios pero si no quieren repetir, su cuarta opción es la Universidad de Kampala en Uganda. En el caso de nuestra compatriota, ella eligió repetir semestre en la Universidad de Gotemburgo.
Estando estudiando en Suecia se encontró que existía una lotería para tener derecho a comprar boletos como invitado a la ceremonia de los premios Nobel, todos los alumnos en universidades de este país nórdico pueden participar. El boleto de la rifa cuesta alrededor de 10 euros. Nancy y una amiga sueca que deseaban mucho ir a este evento en 2019, se pusieron de acuerdo en comprar 5 boletos cada una e hicieron una promesa, cualquiera que ganara llevaría a la otra como acompañante, porque los boletos son para 2 personas.
Un mes antes de la ceremonia llegaron los resultados de la lotería. Nancy andaba de mochilazo en Polonia y de pronto su amiga le llama y le da la gran noticia, que fue notificada como ganadora a comprar los boletos para la ceremonia. Nancy en ese momento se encontraba en su hostal y no pudo contener la emoción, gritó y gritó, no podía creerlo.
La preparación para asistir a la gran gala fue toda una experiencia, hicieron búsqueda de vestidos porque tenían que cubrir el requerimiento de la etiqueta, por supuesto al ser estudiantes no contaban con presupuesto amplio. Su amiga sueca pidió al menos 10 vestidos en internet para probarse, ya que en Suecia si no estás satisfecha con una compra puedes regresar el producto. Nancy fue más sencillita, fue a las tiendas porque ya tenía en mente lo que quería y encontró rápidamente su ajuar.
La ceremonia se realiza en el ayuntamiento de Estocolmo en el primer cuadro de la ciudad por lo que a la hora de reservar el hotel tomaron en consideración esto y tuvieron la suerte de hallar uno cercano además de no ser muy costoso, la distancia era bastante cómoda, ya que tenían que llegar caminando pues la policía cierra el centro de la ciudad para el evento por lo que no podían recorrer largas distancias con tacones en las calles empedradas de esta zona.
Nancy relata que al llegar todos son tratados por igual en el evento, hay muchísima prensa alrededor, se entra a la sala de conciertos por la puerta principal. Hay un orden en el acomodo y a nuestra representante mexicana y su amiga les tocó en el segundo piso justo frente a la familia real.
La cena es de 5 tiempos, si se tiene alguna necesidad especial o alergia a alimentos se debe notificar con anticipación para que puedan adaptar el plato, acuérdense que esta nación es muy inclusiva. Una particularidad es la vajilla, pues es bastante famosa, incluso en el Museo del Premio Nobel está expuesta. Cada pieza cuesta alrededor de 150 euros, probablemente la vajilla por persona tiene un valor de aproximadamente 500 euros. Otro aspecto que llama la atención de la mexicana es que hay un espacio muy reducido para cenar, sólo como 50 centímetros entre invitados, sólo la familia real tiene 5 centímetros más.
En este 2020 no va a haber premiación a causa del coronavirus por lo que para Nancy es algo muy significativo el haber podido asistir el año pasado. Donde buscó la oportunidad de tener una pequeña plática y estrechar la mano de dos ganadores que ella admira enormemente, los acreedores del Nobel de Economía de ese año, el cual fue dividido entre 3 personas, pero ella especialmente admira a Abhijit Banerjee y Esther Duflo de esa terna por el enfoque que han tenido para aliviar la pobreza a nivel global.
Esta oportunidad se dio porque tras finalizar el banquete todos pueden subir al último piso del ayuntamiento donde la gente baila y están todas las personas galardonadas, en ese momento cualquier invitado puede acercarse a los premiados, saludar, platicar, Nancy hasta se tomó una foto para nuestra paisana ese momento fue mágico y en términos profesionales muy valioso.
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