“El cierre de las escuelas no afecta a todos por igual. Aquellos que viven en entornos más pobres tienen mayores dificultades para aprender desde casa”, afirmó Laurent Duvillier, representante regional de Unicef.
De acuerdo con el informe “Educación en Pausa”, elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la pandemia de COVID-19 y el cierre de las escuelas por confinamiento en América Latina ponen en riesgo la formación, conocimientos y educación de millones de niños, en especial de los más pobres. Datos de Unicef arrojan que durante la pandemia los niños en Latinoamérica han perdido cuatro veces más días de clases que el resto del mundo.
“Mientras las escuelas se están reabriendo gradualmente en varias partes del mundo, la gran mayoría de las aulas siguen cerradas en la región”, informó Unicef y explicó que más de un tercio de los países de Latinoamérica aún no ha establecido fechas oficiales para que millones de niños y jóvenes regresen a clases. “La pandemia ha privado a 97 por ciento de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual”, indicó.
Unicef aseguró que la situación afecta en especial a los niños y jóvenes de escasos recursos, y, en general, la pérdida de clases para los menores tiene graves implicaciones que ocasionan que se forme una afectación generacional que empezará a impactar a la sociedad durante los próximos años. “Se va dando forma a una catástrofe generacional, que tendrá profundas consecuencias para la sociedad en su conjunto”, comentó el informe.
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“El cierre de las escuelas no afecta a todos por igual. Aquellos que viven en entornos más pobres tienen mayores dificultades para aprender desde casa”, afirmó Laurent Duvillier, representante regional de comunicación de Unicef y detalló que los menores que pertenecen a ese sector corren el riesgo de abandonar la educación formal, para entrar en un círculo vicioso de pobreza.
Según el estudio de los alumnos que asisten a escuelas privadas, tres cuartas partes pueden acceder a clases a distancia; mientras que sólo la mitad de los estudiantes de escuelas públicas tiene la oportunidad de conectarse a estudiar. “La reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos tan pronto como sea seguro”, recalcó el documento; sin embargo, la institución dejó en claro que antes de que se reabran las escuelas, se deben acondicionar las instalaciones con todas las medidas biosanitarias.
Finalmente, Bernt Aasen, director regional interino de Unicef, indicó alarmantemente que la pandemia ha empujado a millones de familias en América Latina y el Caribe a la pobreza, por lo que muchos padres “no tendrán más remedio que sacrificar la educación de sus hijos. Es posible que millones de los estudiantes más vulnerables no regresen a la escuela”.
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