Si una persona directamente abre su cuenta en Cetes directo y la administra por sí misma se ahorra el cobro de comisiones, es decir, este mecanismo resulta mucho más rentable que hacer aportaciones voluntarias en su afore.
Al llegar la edad de retirarse de la actividad laboral todo trabajador desea no preocuparse por la falta de dinero. Parte de esta tranquilidad la sustentan en que a lo largo de los años, parte de su salario se fue ahorrando y sumándose a las aportaciones que su patrón y el gobierno junto con él hacían a su cuenta de afore.
Pero a pesar de que hoy se busca fortalecer el sistema de pensiones de los mexicanos, es importante pensar en más alternativas para contar con suficientes recursos económicos, más allá de los ahorros de las afores, que representen verdaderas opciones de ganancias como lo son las inversiones en Cetes directos, Udibonos, oro y plata, considera Luis Guillermo Alvarado Vázquez, catedrático de la Universidad Intercontinental (UIC).
Este año el gobierno federal elaboró una iniciativa para reformar la Ley de Seguridad Social y la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro con la que busca incrementar el monto de las pensiones y aumentar la cobertura de afores hasta en 82 por ciento para beneficiar a más trabajadores, toda vez que hoy el porcentaje de quienes al retirarse recibirán una pensión es de 34 por ciento.
De manera excepcional, esta iniciativa fue respaldada tanto por el sector patronal como el de los trabajadores y así dejaron testimonio los representantes de ambos cuando en julio acompañaron al presidente al anuncio público que hizo sobre esta propuesta.
Pero el beneplácito no duró mucho para todos, pues dos meses después cuando fue entregada esta propuesta a la Cámara de Diputados, la sonrisa de las empresas que manejan los ahorros de los trabajadores se desvaneció al enterarse de que en el documento enviado se planteó bajar las comisiones de las afores, las cuales, por mucho, son las más altas que se cobran en todo el continente americano.
Para los ciudadanos de a pie muchas veces no es fácil comprender lo que estos cambios significan ni de qué manera puede impactarles, positiva o negativamente, y más aún, fuera de las afores desconocen si existen alternativas de ahorro que les permita contar con recursos seguros llegado el momento de retirarse del mercado laboral formal.
Las pensiones no son como antes
Para Luis Guillermo Alvarado Vázquez, catedrático de la Universidad Intercontinental (UIC) y autor del libro Mercados bursátiles globales, la iniciativa enviada al Congreso por el gobierno federal en la que se prevén cambios a las afores representan mejorías para los trabajadores, sin embargo consideró que son insuficientes debido a que las condiciones económicas actuales de México y el mundo no son las mejores además de que han sido trastocadas por la pandemia y el cambio demográfico en la que son más las personas mayores de 60 años que los jóvenes, una situación que es un problema bastante fuerte para el manejo de las pensiones.
Para entender mejor lo que está sucediendo en torno a las pensiones, el consultor en finanzas explicó a Yo Influyo que, desde el punto de vista macroeonómico, se dieron varios cambios importantes a nivel mundial que han repercutido en nuestro país.
Detalló que en el mundo regía un sistema que funcionó muy bien cuando se hizo un acuerdo de Bretton Woods de 1944 hasta 1971 donde había un patrón dólar-oro y eso le dio una gran estabilidad a la economía mundial. En México, permitió el crecimiento económico en donde las prestaciones laborales fueron mejorando año con año durante ese periodo de estabilidad.
En 1971, el presidente de Estados Unidos Richard Nixon terminó con el patrón dólar-oro y empezó un modelo financiero en el mundo. Al romperse el patrón dólar-oro los bancos centrales, principalmente la Reserva Federal de EU tuvo la posibilidad de imprimir dinero sin respaldo en oro. Como ahora está pasando con la pandemia a partir de marzo, abril, mayo, el banco de la Reserva Federal ha estado imprimiendo una cantidad exorbitante de dólares lo que a corto plazo ayuda a las economías a tener liquidez, el problema es a mediano y largo plazo que puede provocar efectos inflacionarios fuertes y aparte la moneda va perdiendo valor con el tiempo de manera rápida, este contexto es importante.
Por otra parte, Alvarado Vázquez apuntó que los cambios demográficos que se han dado en el mundo tienden a que cada vez más las sociedades sean poblaciones viejas, quizá no en este momento; pero en el mediano y en el largo plazo sí, ya que se registran menos nacimientos y las expectativas de vida crecen, entonces el problema de las pensiones se vuelve un problema insostenible a nivel mundial.
De la bonanza a la insuficiencia
Luis Guillermo Alvarado señaló que es importante conocer el origen del modelo adoptado por México para las pensiones que se realiza a través de las afores.
Indicó que entre 1973 y 1974 la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) hizo una reforma para que instrumentos derivados, principalmente las opciones financieras pudieran bursatilizarse de manera importante y entonces se empieza una especulación financiera importante.
En 1974, mencionó, se da la primera reforma relevante a pensiones en EU con el sistema conocido técnicamente como el 401K, con el cual el Congreso norteamericano le otorgó a Wall Street el control del dinero del retiro de la nación estadounidense país. Modelo que sigue también Chile y después adopta México con las afores.
“Todo esto va relacionado porque desde 1974 los trabajadores dejamos de tener una pensión supersegura y atractiva, prácticamente en el mundo desde que EU implanta este sistema poco a poco se va cambiando”, subrayó Alvarado.
En Chile a finales de los 70 y principios de los 80, empieza el modelo de cuentas individuales que es la base de las afores en México. En 1992 el gobierno de Salinas promulga los primeros cambios legales, y luego en 1997, se implanta con Zedillo este modelo de afores que sustituye al anterior de pensiones.
Sin embargo, las afores para el trabajador son una pensión insuficiente en todos sentidos, indicó el especialista, y con respecto a la nueva reforma propuesta por el Ejecutivo que considera que es buena para los trabajadores, pero es insuficiente.
En torno a la propuesta para poner un techo al cobro de comisiones prevista en la iniciativa y por la que se inconformaron algunos representantes del sector empresarial, Luis Guillermo Alvarado aclaró que en México las empresas que manejan los ahorros de los trabajadores, es decir las afores, cobran las comisiones más altas en todo el continente americano ya que mientras en EU, la comisión es de aproximadamente de 0.45 por ciento y en Colombia y Chile oscila en 0.54 por ciento, en México se cobra el 0.92 por ciento de comisión.
Las afores no son la panacea
Con las afores prácticamente pusieron en control de instituciones financieras nuestro dinero donde a ellos les conviene tener comisiones altas, pero realmente los ahorradores estamos bajo riesgo, advirtió el especialista. Añadió que de las cinco siefores (de acuerdo con el rango de edad) los más jóvenes son quienes tienen más riesgo porque hay más inversión en renta variable, en acciones, que no hay nada garantizado, mientras que las personas de mayor edad tienen menor riesgo porque las inversiones que realizan con su dinero prácticamente todo está en renta fija, pero aun así, también hay cierto riesgo.
Y más aún, Luis Guillermo Alvarado menciona que en la tesis de doctorado de la UNAM de Fernando Herrera que recientemente leyó, existe una afirmación muy importe: “las afores y la Consar nos presentan los rendimientos netos después de comisiones, aparentemente, pero no nos presentan después de la inflación, o sea, tendríamos que meterle el factor inflacionario aparte las comisiones, los impuestos que se cobran por los instrumentos financieros que se utilizan.
“En realidad la rentabilidad o ganancia que obtenemos de las afores prácticamente es cero. Prácticamente nuestro dinero se queda igual como si únicamente lo estuviéramos acumulando por el efecto de la inflación en términos prácticos”, observó.
Además, quienes más ahorran en su cuenta de retiro son quienes recibirán mayores recursos al momento de su retiro, por lo que se promueve el ahorro voluntario en las afores. Esta práctica desde el punto de vista de Luis Guillermo Alvarado no es la mejor.
Desde su perspectiva financiera, explicó que si una persona directamente abre su cuenta en Cetes directo y por sí misma administra su dinero se ahorra el cobro de comisiones, es decir, este mecanismo resulta mucho más rentable que hacer aportaciones voluntarias en su afore.
En otras palabras, tener los ahorros en la afore equivaldría a guardar el dinero debajo del colchón.
Es por ello que el especialista recomienda como alternativas que las personas inviertan el 60 o 70 por ciento de tus ahorros en Cetes directo a diferentes instrumentos a Cetes a 28 días y a Udibonos, y el otro 30 o 40 por ciento lo destinen a compra oro y plata vía monedas, que ahora poco a poco tienden a escasear, pero mientras tanto todavía se pueden encontrar, por ejemplo en Banco Azteca.
Finalmente, Alvarado Vázquez recalcó que en tiempos de pandemia es muy importante que toda la población nos eduquemos financieramente y podamos hacer inversiones propias para manejar mejor nuestro dinero, ahorrar más y mejor a través de inversiones en instrumentos de deuda gubernamental, como son los Cetes, Udibonos y monedas de oro y plata. Todo esto que nos protegen de la inflación, y por otra parte, indicó que sí es conveniente guardar una parte en casa, siempre y cuando exista la seguridad de tenerlo en un lugar seguro.
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