Los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñiz García, fueron asesinados en el libramiento de Taxco, en el estado de Guerrero, en el ataque, falleció una persona más y también otras dos resultaron heridas. Con lo anterior, ya son 21 los sacerdotes asesinados durante el presente sexenio.
El Padre Añorve Jaimes, desarrollaba su ministerio sacerdotal como párroco de La Sagrada Familia, en Las Vigas, municipio de San Marcos en la Arquidiócesis de Acapulco en tanto que el P. Germaín Muñiz, lo ejercía también como párroco de San Cristóbal en Mezcala en la Diócesis de Chilpancingo – Chilapa, ambas ubicadas en Guerrero.
Según la versión de una sobreviviente, informó el Centro Católico Multimedial, CCM, la agresión se llevó a cabo en la carretera federal Iguala – Taxco, en la madrugada del lunes 5 de febrero. Los sacerdotes y sus acompañantes volvían de la comunidad de Juliantla, donde habían dado un concierto con ocasión del día de la candelaria, ya que uno de los padres componía música y cantaba; la sobreviviente a su vez, es estudiante de danza.
Y conforme al relato de la víctima, un auto les cerró el paso y varios hombres con armas de fuego les dispararon en repetidas ocasiones y huyeron.
El Padre Añorve, era originario de Acapulco en tanto que P. Muñiz, procedía de Apango, Municipio de Mártir de Cuilapan, de 37 y 39 años respectivamente.
En un comunicado la Arquidiócesis de Acapulco, manifestó que “como Iglesia estamos consternados ante este trágico suceso que enluta a toda la Comunidad Arquidiocesana y la Comunidad de la Diócesis de Chilpancingo – Chilapa. Pedimos a las autoridades que una vez conocida la verdad, se actué con justicia”.
Llamó a todos a suplicar “con insistencia al Señor por la conversión de aquellos, que olvidando que somos hermanos, cometen este tipo de crímenes que tanto dañan la dignidad de la persona humana, arrebatan en don sagrado de la vida y siembran dolor en la familia y en la sociedad”. Además hizo un exhorto a no dejar el empeño de construir la paz, con los gestos, sentimientos y pensamientos al tiempo que todos los días se ha pedir ese el don de la paz al Señor; y eleva sus oraciones también por las otras víctimas del ataque.
Por su parte la Diócesis de Chilpancingo – Chilapa, condenó “estos lamentables acontecimientos que enlutan nuestra provincia eclesiástica de Acapulco”, y confiaron se esclarezcan las causas de estos homicidios. Ambas Iglesias particulares aseguraron su oración por las almas de los sacerdotes asesinados y sus familias.
Asimismo, la Conferencia de Episcopado Mexicano, CEM, se solidarizó en la pena que embarga a los titulares de la Arquidiócesis de Acapulco, Mons. Leopoldo González, y de la Diócesis de Chilpancingo – Chilapa, Mons. Salvador Rangel Mendoza.
Elevaron su oración por los sacerdotes fallecidos, por sus familias, por “la pronta recuperación de quienes resultaron heridos en este acto de violencia y a quienes son víctimas de estos hechos a diario en nuestra patria”.
En su comunicado la CEM, agregó “oramos por nuestras autoridades y confiamos en ellas, para que se actúe conforma a la ley, y se esclarezcan los asesinatos de nuestros hermanos sacerdotes y de todas las personas que claman justicia en nuestra nación”. Además, hicieron un llamado a pedir la intercesión de la Virgen de Guadalupe “para que en comunidad seamos constructores de paz”.
De los 21 sacerdotes asesinados en el presente sexenio, seis de los crímenes han ocurrido en Guerrero.
Con información de Centro Católico Multimedial, Comunicados de la Arquidiócesis de Acapulco, Diócesis de Chilpancingo – Chilapa y CEM.
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