Para coadyuvar a reducir la huella de carbono generada por internet, la especialista del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM sugirió desconectar los cargadores de los dispositivos.
La transmisión de datos por internet genera en el mundo, cada 24 horas, de 25 mil a 35 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) y un video, con duración de una hora, emite 720 gramos de carbono, aseguró Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.
El especialista precisó que los dispositivos que permite utilizar la red contribuyen con esta contaminación a la atmósfera, y la huella de carbono depende del tamaño y la capacidad de los aparatos utilizados para el acceso.
“Los dispositivos más pequeños utilizan menos energía que una PC o un CPU de escritorio y, por tanto, su huella de carbono es menor; además, al ser más chicos tienen menos conexiones y material contaminante”, explicó.
Jiménez Casas explicó que los servidores están repartidos en el mundo y para su enfriamiento utilizan sistemas que ocupan agua; otros, aire acondicionado; todos generan una cantidad importante de CO2. “No sólo es lo que consume el equipo como tal, sino también su mantenimiento”, apuntó la ecóloga.
Otra situación que planteó es la referente a los recibos impresos, pues se piensa que al solicitarlo vía electrónica se produce menos contaminación; sin embargo, no es así.
“Cuando se recibe un estado de cuenta electrónico se elimina la contaminación por papel, pero de cualquier manera se genera CO2. Cada correo electrónico puede aportar hasta 50 gramos de carbono, lo cual depende de que sólo sea texto, o si contiene imágenes o archivos adjuntos”, detalló.
En el caso de las descargas de música y videos contribuyen también, en gran medida, al igual que los servicios de streaming. Por ejemplo, un video genera alrededor de 0.2 gramos de carbono por segundo; de esta manera, al ver un video durante una hora se producen alrededor de 720 gramos de carbono.
Alternativas
Para coadyuvar a reducir la huella de carbono generada por internet, la especialista del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM sugirió desconectar los cargadores de los dispositivos.
“Si terminaste de usar tu laptop, no la ‘pongas a dormir’; apágala para gastar menos. Al utilizar una computadora de escritorio, si te vas a ir una hora apágala porque sigue generando CO2”, consideró.
También, de no ser urgente, apagar el celular en la noche. “Esto es algo que casi nadie lo hace”.
En el rubro de los correos electrónico, Jiménez Casas propuso evitar el reply-all y responder solamente al remitente. “Si es indispensable mandar un archivo, que sea lo más compacto posible; si es un PowerPoint, mejor crea un PDF, que es más pequeño. Si es para saludar al amigo en el correo, mejor habla por teléfono”.
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