¿Corrupción, atrás del cambio de aeropuerto?

Él calculó que de cancelarse Texcoco él sería el encargado de construir el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, y tendría la oportunidad de ganar cientos de millones de pesos.


De Texcoco a Santa Lucía


El presidente electo Andrés Manuel López Obrador manifestó que una alternativa para el aeropuerto de Texcoco era su construcción por empresarios privados. Así se hubieran ahorrado miles de millones de pesos y no se habría deteriorado la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, quienes vieron cómo el nuevo gobierno no respetó los contratos firmados para la construcción de Texcoco.

Un contratista “amigo” convenció al presidente de que existió una gran corrupción en las asignaciones de contratos en Texcoco y en la compra de terrenos alrededor del proyectado nuevo aeropuerto por priistas, el cual, según le dijo a López Obrador, se hundiría, pues esos terrenos no eran los adecuados para construirlo.

El contratista “amigo”, que había considerado viable y seguro Texcoco cuando participó en las licitaciones para construirlo, pero las perdió, calculó que de cancelarse Texcoco él sería el encargado de construir el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, y tendría la oportunidad de ganar cientos de millones de pesos.

Esa fue la verdadera razón por la que convenció al presidente López Obrador de cancelar Texcoco, cuyo costo de anulación, más lo invertido en su construcción, hasta el momento de su cancelación y los recursos destinados a la construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía, significan gastos mayores y un menor beneficio que Texcoco para el transporte aéreo.

Ante el descontento del ejército por quitarle privacidad al aeropuerto militar de Santa Lucía y la crítica si le hubiera asignado directamente al constructor “amigo” su edificación, como se tenía planeado originalmente, el presidente prefirió pedirles a los militares que lo construyeran, así reducir su descontento, y aprovechar que, según encuestas, al ejército le tiene confianza la mayoría de la población.

Con la excusa de que la edificación de nuevo aeropuerto es en un campo militar, y pone en peligro la “seguridad nacional” publicar los costos y la asignación de contratos, se mantiene en la opacidad su construcción. Santa Lucía es producto de la ambición del “amigo” constructor del presidente, quien lo convenció de tomar la antieconómica medida de cancelar Texcoco. Ver monografía: Santa Lucía o Texcoco, publicada por Cisle A.C.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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