Que la chancla que yo tiro no la vuelvo a levantar

La respuesta de los gobiernos de allá del siglo pasado fue crear la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que ha esta ñora no está aquí para defender porque mil veces se mostró más a favor de los delincuentes…


Paz social


A inicios del actual gobierno, la chancla fue proclamada como una de las herramientas para lograr la paz social, que las ñoras la aplicaran a sus escuincles, perdón, bendiciones era la forma de enderezar la violencia en el país, según recuerda esta ñora. Lo curioso es que, como en tantas otras cosas que suceden, conforme avanza el sexenio, esa chancla fue tirada al piso. La seguridad está ahí en el piso.

Pero no es el único caso, el me-quiere-golpear-Reforma-publicando-el-dólar-más-barato-de-lo-que-está es un experto en tirar ciertas chanclas que no vuelve a levantar. Y una de las primeras que tiró, fue el apoyo que muchos colectivos de mujeres y víctimas de la violencia le habían dado. No que esta ñora esté especialmente de acuerdo con la forma en la que muchas de esas mujeres actúan, presionan, pintarrajean, ni mucho en el fondo de lo que supuestamente defienden. Porque hay entre ellas activistas que se pueden clasificar como profesionales: son pagadas para hacer de la protesta su trabajo… seguro también traen doscientos pesos en el bolsillo… Pero en el país es claro que el problema de los derechos humanos es un tema pendiente en muchas áreas.

La respuesta de los gobiernos de allá del siglo pasado fue crear la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que ha esta ñora no está aquí para defender porque mil veces se mostró más a favor de los delincuentes… ¡caramba qué coincidencia con el ay-pobrecito-del-Chapo-que-está-en-la-cárcel-gringa! El punto es que presionó a los legisladores de su partido para, en una clara maniobra no legal, se nombrara a la hija de uno de los ídolos de la lucha por los desaparecidos la nueva ombusperson. A esta ñora no le gusta el chisme, pero si quien la lee sí, nomás cheque a que se dedicaba el hermanito de la ombusperson… o sea, de una vez les digo: fue secuestrador, entre otras lindezas.

Evidentemente, cuando uno tira una chancla no espera que alguien más la recoja y la aviente de nuevo a su cara. Pero eso es lo que está pasando porque grupos que ya sea que se quedaron fuera de los recursos del Estado a organizaciones civiles, fuera por luchas legítimas o mil cosas, ocuparon el edificio de la Comisión, la saquearon (perdón, repartieron los bienes de la nación entre los que según ellas lo merecían), la vandalizaron (perdón, hicieron una propuesta decorativa de vanguardia), sacaron expedientes y los pusieron bajo la lluvia (perdón los pusieron a orear porque olían feo) y… se instalaron ahí, hasta ahora indefinidamente. O sea, hicieron un pequeño homenaje al que quemó pozos, ocultó información del segundo piso y se asentó por meses en Reforma. El problema no parece que se solucionará pronto y tiene una capacidad de escalar muy grande, se subestimó la chancla.

El efecto búmerang de la chancla puede ser más común de lo que se previó, según puede ver esta ñora. El partido Morena es otra chancla que se botó una vez que sirvió, pero esa chancla está resultando más atractiva para algunos que la zapatilla de la Cenicienta. ¿Será que quien la encuentre y se adueñe de ella también le tocará casarse con un príncipe? (Esa ñora leyó que era un príncipe muy idiota porque no se sentía capaz de reconocer a su amada sin maquillaje y andaba por ahí oliendo pies). El caso es que en el baile de Morena hay más inscritos para ser presidente y secretario general que gente dispuesta a comprar sin coerción cachitos para la no rifa del no avión. Curiosamente esa chancla voladora ni de chiste la suelta, ni aunque viole todas leyes, sabrá Dios qué anda compensando el ya-ni-Pío-digo-de-Lozoya-quién-sabe-por-qué.

En el caso de las elecciones en Morena, esta ñora ha leído que se portan igualito que las hermanastras de Cenicienta y entre los aspirantes no sólo sacan las garras sino los trapitos sucios de boletos de avión y tren a Europa como se anda exhibiendo entre dos de las jóvenes promesa morenistas: Gibrán y el conocido como Facundo malo. De la participación de Muñoz Ledo en la caza de la chancla, esta ñora ya ni se asombra porque esa egregia figura representa la más clara confirmación de que se puede ser ajonjolí de todos los moles y hielo de todos los wishkies. No es que la ñora se oponga a esa autodestrucción en particular, pero sí le preocupa ese sistemático abandono de chanclas sin ver las consecuencias. Porque la forma en la que se está abandonando otros temas como el agua en Chihuahua, la ruptura de la Conago, la promoción de la inversión, la certeza jurídica o la misma pandemia, tienen el clarísimo potencial de regresar y golpear; pero no sólo al los-panistas-no-existen-pero-dan-palos-a-la-gente-para-que-se-alebresten sino a todo el país y acelerar un creciente vacío de poder que hará ver las rebatingas en Morena como un juego de escuincles.

 

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