Lo que pasó en el INE fue inédito, además de absurdo. Precisamente por eso lo sucedido nos debe importar a todos en razón; se trata de un golpe a la democracia. El que más pierde es México.
Con profunda tristeza por la Patria escribo este artículo por la resolución sin fundamento y absurda del INE de negar el registro a México Libre. Empiezo por externar mi gratitud a más de 260 mil mexicanos y mexicanas a quienes fue negado su derecho de asociación y, en términos humanos, su derecho a soñar algo distinto y mejor para México. Sólo hemos exigido que se respete nuestro derecho a participar en la vida pública del país y que el pueblo le otorgue a las elecciones el peso que considere deben tener. Sin embargo, parece que nos tienen más miedo del que imaginábamos.
Lo que pasó en el Instituto Nacional Electoral fue inédito, además de absurdo. Precisamente por eso lo sucedido nos debe importar a todos en razón; se trata de un golpe a la democracia. El que más pierde es México.
El Consejo del INE negó el registro de México Libre sin fundamento: se cumplieron todos los requisitos y el financiamiento fue legal, así como todos los donantes fueron identificados. Negarlo fue y es una injusticia, así como una claudicación, porque para hacerlo, recurrieron a argumentos ilegales, indignos y fuera del cuidado elemental a la democracia.
La decisión es absurda y falsa porque:
1. Todos los donantes fueron identificados. El Clip es un sistema bancarizado y verificable. Respecto de cada aportación, se ofreció el voucher correspondiente; copia de la credencial de elector; así como una carta bajo protesta de decir verdad del donante. Y, por si fuera poco, también les entregamos copia de las tarjetas de crédito. Así que, como quedó demostrado, todos los donantes fueron identificados.
2. No obstante, los consejeros decidieron meter al momento de la discusión un criterio (que ya había sido previamente descartado por el propio consejo) que fue ilegalmente utilizado como argumento. Esto viola la Constitución y hasta criterios jurisprudenciales, porque violenta el principio de certeza y el de legalidad. Por cierto, veo que, con preocupación, el INE desapareció de la grabación –especialmente esa parte– de la sesión.
3. La otra ocurrencia fue todavía más grotesca tanto por desproporcionada como por absurda. El acuerdo del INE del 26 de agosto pasado señala que México Libre no tiene ningún proceso de sanción. Manifestaron que se pospuso la resolución para el 4 de septiembre para revisar los procesos de los otros aspirantes, pero ninguno era de México Libre. Sin embargo, en plena sesión una consejera dijo que “le llegó” una impugnación que no había visto, que la tenía en la mano, que no conocía el contenido y que, por eso, votaba en contra del registro, negándole el derecho a México Libre. Otro consejero dijo lo mismo, que desconocía dicha impugnación y que, por esa razón, negaba el registro, y con ello, el derecho de cientos de miles de mexicanos. El supuesto escrito de impugnación es del 4 de agosto… y aparece que le dieron copia… Claro, nada dijeron respecto de que, en esa queja, ni siquiera se le dio oportunidad a México Libre de defenderse y no nos dieron derecho de audiencia. Una violación más al debido proceso.
Es decir, el Consejo General del INE cambió a última hora y sobre la marcha las reglas del juego. Además, rechazaron el criterio, y ya votado en contra, lo volvieron a sacar para aplicárselo únicamente a México Libre. Se trata de violaciones claras al debido proceso en el que –casualmente– aplicaron las nuevas reglas para negar el registro a México Libre, que es oposición. Por eso no saben, no pueden justificar y explicar su voto.
El país no merece nuestro silencio ni tampoco lo merece el esfuerzo de miles de ciudadanos que, me consta, construyeron con ilusión y con valentía México Libre y que nunca merecieron un trato así por parte de una institución que debió cuidar sus derechos. Impugnaremos porque nos asiste la razón y el derecho.
Queda el Tribunal Electoral, y realmente espero con certeza que serán justos, porque no les estoy pidiendo que coincidan con nosotros, sino que reviertan una decisión que, a todas luces, es ilegal y antidemocrática. La misión de cada magistrado y de cada magistrada está a prueba y la grandeza humana se demuestra en los momentos difíciles; la autonomía, la independencia de un poder, de una institución se prueba en estos momentos, para los tiempos que la Patria exige valentía y compromiso.
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