Esta ñora, con todo el dolor de su asombro, sí debe reconocer que la habilidad para que el muertómetro actual mucho más grave, más elevado y sobre todo más claramente vinculado su crecimiento a lo que el gobierno hace mal, no tiene el mismo impacto.
Hace tiempo comenzó en este país eso de que el rockstar de la epidemiología se presentara todos los días sin cubrebocas (a veces incluso a hablar mal del cubrebocas), a hablar de cómo iba la pandemia y enamorara a muchas ñoras con severas carencias afectivas, esta ñora reconoce que a veces sus congéneres son así.
Esta ñora quiere creer que escoger las siete para hacerlo fue un homenaje a las ñoras de México, a las de carencias afectivas y a las que no, claro. Porque en esos lejanos años, perdón, meses en la que existía la vieja normalidad, de siete a ocho era la hora cero de las ñoras con hijos pequeños. Esa hora en la que, si lograbas que los escuincles, perdón, las bendiciones se bañaran, cenaran, lavaran dientes, leyeras cuento y se quedaran en sus camas tenías derecho a descansar. Por lo visto, el gobierno igual ha creído que con que sobreviva a esa hora cero, con el rockstar a la baja, y nos dé a conocer a veces sí y luego el muertómetro, ya la están haciendo muy bien.
El muertómetro es retomado en todas las esquinas de los periódicos y, claro también, en las páginas de internet de los otros medios de comunicación aparece el conteo de los enfermos, contagiados, recuperados. Esta ñora sabe que eso se dio en muchos países, o quizá se da, pero la ansiedad por consultar el muertómetro italiano que traía en abril ya se le pasó. Sin embargo, esta ñora no sabe que el muertómetro se presentara, en otros países, todos los días en un programa con horario fijo y de lunes a viernes.
En México ya estábamos acostumbrados a los muertómetros, es más, el a-poco-creen-que-me-paro-todas-las-mañanas-frente-a-ustedes-con-ideas-analizadas-si-lo-mío-es-la-improvisación-en-todos-los-terrenos y sus aliados hicieron varios y los usaron para pegarle al gobierno en turno. Uno todos los días pasaba lista a los niños que fallecieron en el terrible incendio de la guardería del ABC, y ni se diga de los 43 de vivos se los llevaron, vivos los queremos de regreso. ¡Y ya ni hablamos de los bautizados como muertos de Calderón! Ahí sí no les iba ni uno, y los lloraban y usaban como bandera.
Esta ñora, con todo el dolor de su asombro, sí debe reconocer que la habilidad para que el muértometro actual es mucho más grave, más elevado y sobre todo más claramente vinculado su crecimiento a lo que el gobierno hace mal, no tiene el mismo impacto. Quizá haber mareado durante tantos años con conteos, nos agarró ya hartos.
A pesar de todo, los muertos pesan, así que ahora el ni-me-pregunten-por-lo-que-no-me-gusta-que-aquí-nomás-se-habla-de-lo-que-yo-siento anda presumiendo que Carlos Slim ayudará a que una vacuna de AstraZéneca llegue a todos los mexicanos para acabar con el virus.
Lo que esta ñora ya no entiende es cómo uno de los representantes de la más rancia mafia del poder, como aquel al que acusaban de ser prestanombres y hacerse millonario gracias al anterior villano favorito que era Salinas, es ahora el portavoz de la salvación de los mexicanos. ¡Y todavía más escandaloso con una de las farmacéuticas internacionales que tienen plantas en México y son malas, malísimas, tan malas que no merecen las compras del gobierno actual! Recuérdese que el hago-un-minuto-de-silencio-yo-solito-para-los-muertos-en-la-pandemia-pero-lo-interrumpo-y-aplaudo logró que la Cámara le autorizara un cambio de la ley para comprar con toda la libertad y sin licitación las medicinas en el extranjero, lo que dañará a muchas industrias nacionales y a las mismas trasnacionales que tienen fábricas aquí.
La ñora sin duda aplaude que se hagan alianzas con los empresarios, con los sindicatos y con todos los mexicanos porque es país no saldrá adelante si seguimos divididos. Lo que no acaba de entender cómo es que algunos se prestan a hoy ser aplaudidos y reverenciados como los salvadores de la patria, y al rato serán apaleados y puestos como ejemplo de lo peor de país.
Y ya de pilón, tampoco entiende cómo el “subprotagonista” de este acuerdo es el ¿secretario de Relaciones Exteriores? Claro, debe ser algo así como que ahora lo que llega por las remeses del exterior es más importante que tener opciones de empleo acá en país. Ha de ser por eso.
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