“La ganadería industrial es sumamente cruel, en los procesos no se le da el mínimo respeto al animal ni a su vida”, comentó Angélica Martínez Cantú, ambientalista.
Durante decenas de años el alimento del ser humano ha sido el final de una larga cadena de producción industrial que se dedica a generar todo tipo de alimentos por medio de prácticas que, en muchos casos, son crueles con miles de animales de diversas especies y en general con el medio ambiente.
Desde hace años las redes y medios se han llenado de videos que retratan la crueldad de la ganadería industrial, reflejando en ellos métodos sumamente crueles y violentos con los que se asesina a los animales. Instituciones estiman que al año más de 60 millones de animales, entre ellos, vacas, cerdos y gallinas, son enviados a mataderos y granjas industriales para ser transformados en alimento.
Entre muchos de los métodos crueles que se somete a los animales está la castración sin anestesia que se aplica a los cerdos, el asesinato de miles de pollitos machos que al no poder poner huevos son asesinados torturándolos o tirados vivos en contenedores de basura, la alimentación forzada que introduce tubos en el estómago de animales para darles alimento y el encierro de millones de gallinas en jaulas diminutas, donde viven inmóviles y entre sus desechos.
“La ganadería industrial es sumamente cruel, en los procesos no se le da el mínimo respeto al animal ni a su vida. Es un ser vivo que es tratado peor que un objeto”, comentó Angélica Martínez Cantú, ambientalista, y subrayó que la violencia y la crueldad en las granjas industriales es tanta que miles de personas han dejado de consumir alimentos de origen animal después de ver un documental de la ganadería industrial.
Uno de los documentales más impactantes y reconocidos por su producción es Eating animals, que contó con la participación de la actriz Natalie Portman, al inicio cuestiona de dónde vienen alimentos como carne, huevos y lácteos, para responder esa pregunta con un desarrollo que demuestra la realidad de la ganadería industrial.
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Ganadería y agricultura ecológicas, para el medio ambiente
La agricultura y ganadería ecológicas han surgido como una opción para cumplir las necesidades de alimentación del ser humano, al mismo tiempo que se cuida el medio ambiente; tiene como objetivo lograr la producción de alimento para el ser humano, pero con métodos menos crueles y dañinos para el medio ambiente.
De acuerdo con Greenpeace, institución que cuida el medio ambiente, la ganadería ecológica cría de manera respetuosa y sin sufrimiento a los animales, utilizando los espacios de tierra necesarios para salvaguardar la biodiversidad de la tierra, mientras que la agricultura ecológica reduce las tierras en las que pastan los animales y dedicadas a la producción de alimento, además busca eliminar con los cientos de pesticidas químicos que alteran el alimento y contaminan las tierras.
Ambos métodos también buscan asegurar alimento de calidad y verdaderamente sano para los seres humanos, dándole a cada animal y cultivo cuidado, tiempo y dedicación necesaria para que la carne o lácteos tengan mayores beneficios nutrimentales, al tener un animal bien alimentado y cuidado, y frutas y vegetales ricos en nutrientes porque crecieron de manera natural y sin químicos que los alterarán.
Sin embargo, con la ganadería y agricultura ecológicas debe existir una reducción en el consumo de carnes y lácteos, pues los procesos buscan ser no industriales y en masa como con la ganadería actual. Según el estudio, Menos es más, elaborado por Greenpeace, para lograr seguridad alimentaria y proteger el clima y biodiversidad, se necesita reducir a un 50% (comparado con la situación actual), el consumo de carnes y lácteos para 2050, utilizando la ganadería y agricultura ecológica.
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