Menos delitos fueron registrados ante las autoridades durante los últimos meses, lo que según un análisis de Integralia, obedece a que por la pandemia los agraviados no acudieron a denunciar.
Desde la óptica del gobierno federal es “claramente perceptible una línea de contención en homicidios dolosos” que disminuyó 0.8 por ciento en la tendencia de crecimiento entre enero-junio, según informó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Esta visión optimista contrasta con el análisis “La inseguridad en tiempos del Covid-19 en México”, previamente elaborado por Integralia, el cual destaca que, a un año de la creación de la Guardia Nacional, la tasa de homicidios dolosos ha aumentado en seis de los 10 estados que cuentan con la mayor tasa de elementos desplegados.
Este incremento de asesinatos es resultado de los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado por el control del territorio principalmente en cinco entidades: Baja California, Chihuahua, Colima, Guanajuato y Michoacán.
El estudio observa que efectivamente se dio una disminución de denuncias entre marzo y mayo de 2020, se redujeron las carpetas de investigación de la mayoría de los delitos de alto impacto, incluyendo secuestro, extorsión y robo (en todas sus categorías), según cifras oficiales, lo que no obedece a alguna estrategia del gobierno sino a la pandemia.
“Esta inusual disminución podría explicarse por el inicio de la Jornada de Sana Distancia, que redujo las oportunidades de delinquir, o por la reducción de las denuncias presentadas ante las fiscalías estatales, por temor a contagio. Cabe señalar que los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) tienen una alta cifra negra, es decir, son una porción del total de delitos que se cometen en realidad. Sin embargo, su actualización mensual permite utilizarlos como un indicador de la situación de seguridad en el país”.
El análisis de Integralia destaca que a 18 meses de que inició su gestión, el gobierno federal carece de una estrategia clara de combate a la delincuencia organizada. La Guardia Nacional, componente central de la política de seguridad de López Obrador, carece de objetivos claros y métricas específicas que permitan evaluar su desempeño.
Asimismo, señala que a poco más de un año de su creación, “la Guardia no ha logrado una reducción contundente de la incidencia delictiva. Desde que inició el despliegue, de los 10 estados que cuentan con la mayor tasa de guardias nacionales por cada 100 mil habitantes, las tasas de homicidios dolosos han aumentado en seis”.
El análisis ve que exista la posibilidad de que “como ocurrió durante la crisis de influenza H1N1 en 2009, los delitos de alto impacto vuelvan a aumentar conforme se reactiva la economía y se reanudan actividades. Además, es altamente probable que, ante la falta de una estrategia clara, sigan aumentando los enfrentamientos violentos entre grupos del crimen organizado”.
Por otra parte, Integralia indica que, con la creación de la Guardia Nacional y el reciente decreto de las Fuerzas Armadas, se ha desplazado a un segundo plano la tarea urgente de profesionalizar y equipar a los cuerpos policiacos civiles a nivel local, sin lo cual difícilmente se logrará una reducción sostenida de la incidencia criminal en el país.
Menciona que de acuerdo con una encuesta recientemente publicada por la organización civil Causa en Común, las policías en México permanecen con precarias condiciones laborales ya que en promedio a nivel nacional se les paga un salario mensual de tan sólo 11,787 pesos; una compensación muy baja para profesionistas que ponen en riesgo su vida de forma cotidiana que hace más factible que sean corrompidos. Además, recordaron que este año 226 policías estatales han sido asesinados.
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