“El verdadero amor se prueba cuando las cosas no son fáciles. Y ahí es donde uno decide quedarse”, comparte Guillermo y Elena Ramírez, quienes llevan 42 años casados y han superado desde crisis financieras hasta enfermedades graves. Su historia es una entre miles que hoy, en el marco del Día Mundial del Matrimonio, nos invitan a volver la vista hacia el valor de un compromiso que no huye ante las dificultades, sino que madura con ellas.
Un llamado a redescubrir el matrimonio como vocación
Cada cuarto domingo de abril se celebra el Día Mundial del Matrimonio, impulsado desde 1983 por el movimiento Worldwide Marriage Encounter. Su lema “Amaos los unos a los otros” no es una simple consigna romántica, sino un recordatorio de que el amor verdadero se elige y se cultiva.
Desde la visión de la Doctrina Social de la Iglesia, el matrimonio no es una construcción cultural efímera, sino un llamado a vivir el amor como don y alianza: “el compromiso conyugal no es una carga, sino una respuesta libre y fecunda a una vocación de entrega”, afirma el Papa Francisco.
¿Qué está pasando con el matrimonio? Datos que inquietan
En México, los matrimonios legales han caído más del 40% en dos décadas. Según datos del INEGI, en 2000 se registraban 6.6 matrimonios por cada mil habitantes; en 2022, solo 3.6. Al mismo tiempo, los divorcios han aumentado drásticamente: en 2022 se registraron más de 166,000 divorcios, es decir, más de 33 por cada 100 matrimonios celebrados. En estados como Baja California y la CDMX, esta proporción supera incluso el 50%.
“El matrimonio ya no es visto como un proyecto de vida, sino como una experiencia que puede desecharse ante el primer obstáculo”, explica Silvia Olmedo, psicóloga especializada en relaciones de pareja y autora del libro Detox Emocional. Para ella, vivimos en una cultura donde “nos educan para el placer inmediato y no para la perseverancia emocional”.
¿Cómo construir un matrimonio fuerte? Comienza con un noviazgo sano
La terapeuta y escritora Yolanda González, fundadora de la Red de Apoyo a Matrimonios Jóvenes (RAMJ), subraya que “el noviazgo debe ser un espacio para descubrir si esa persona comparte tus valores fundamentales, no solo tu entusiasmo del momento”.
En ese sentido, algunos consejos de expertos para tener un noviazgo que nos guíe con pasos firmes al matrimonio son:
- Poner límites claros desde el inicio – “El respeto mutuo se cultiva en los pequeños acuerdos diarios”, dice la terapeuta familiar Rocío Medina (UNAM).
- No romantizar los celos ni la dependencia – “Un buen noviazgo no se mide por cuánto controlas a tu pareja, sino por cuánto crecen ambos en libertad”, afirma la sexóloga y psicóloga Tere Díaz Sendra.
- Hablar de temas incómodos – dinero, religión, hijos, salud mental: “La falta de conversaciones difíciles en el noviazgo se cobra con crisis en el matrimonio”, sostiene Mario Guerra, psicoterapeuta y conductor del pódcast El Dolor no es Para Siempre.
Y consejos para que quienes ya están casados, fortalezcan su matrimonio son:
- Entender que cada quién es responsable de su propia felicidad, pero a la vez, la forma de ser feliz uno es buscar la felicidad del otro. Solo en la corresponsabilidad en pareja, se puede construir un futuro sano y sólido.
- Renunciar a la idealización: “Nadie se casa con una persona perfecta. Nos casamos con un proyecto imperfecto que vale la pena construir juntos”, explica el psicólogo clínico José Alonso Peña, coordinador del Centro de Estudios sobre Familia de la Universidad Panamericana.
- Invertir tiempo, no solo sobrevivir la rutina: “Los matrimonios que priorizan espacios semanales para conversar, compartir y reír juntos, se blindan ante el desgaste”, afirma Patricia Debeljuh, directora del Centro Conciliación Familia y Empresa de la Universidad Austral (Argentina).
- Tener acompañamiento espiritual y emocional: “Buscar consejería o acompañamiento pastoral no es signo de debilidad, sino de madurez”, indica Mons. Enrique Díaz, obispo de Irapuato y experto en pastoral familiar.
El matrimonio como bien social: lo que las estadísticas también muestran
Estudios de FUNSALUD y la Red por la Salud Mental Comunitaria demuestran que las personas casadas reportan menor incidencia de depresión, estrés crónico y aislamiento. “El matrimonio estable, cuando es sano, actúa como un factor de protección emocional y social”, señala la doctora Elena Mancera, psiquiatra colaboradora de Salud Crítica A.C.
Además, investigaciones de la Universidad de Navarra indican que los hijos de matrimonios estables tienen un 60% más de probabilidades de concluir estudios universitarios, y menor propensión a adicciones y violencia doméstica.
Testimonio: “Nos casamos para siempre… y lo seguimos eligiendo”
“Cuando me operaron del corazón, pensé que mi vida cambiaría, y así fue: porque descubrí cuánto me amaba mi esposa”, cuenta Óscar Castillo, casado con Miriam desde hace 28 años. “Ella me cuidó cuando no podía caminar, me animó cuando caí en depresión. Eso es amor. No las flores ni las vacaciones”.
Miriam agrega: “Nunca pensé en dejarlo, porque el amor no es lo que uno siente. Es lo que uno decide cada día, con fe y con esfuerzo.”
El Día Mundial del Matrimonio es una oportunidad para mirar más allá del desencanto cultural y volver a creer en el amor que se cultiva con compromiso, verdad y paciencia. Comienza con noviazgos responsables, se fortalece con matrimonios valientes y se traduce en familias que sostienen el tejido de una sociedad más humana.
Porque como dice el Papa Francisco: “No existe la familia perfecta, pero no hay que tenerle miedo al fracaso. El secreto es amar más allá de los límites del propio ego.”
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