Al papa Francisco Dios le concedió la gracia de vivir su última Pascua de Resurrección y dar su última bendición urbi et orbi desde el balcón de la Plaza de San Pedro para pocas horas después transitar por su propia pascua hacia la Casa del Padre a la que fue llamado la mañana de este lunes.
El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el papa 266 después de que Benedicto XVI renunciara a la silla de San Pedro, para lo cual se llevó a cabo un Cónclave del cual resultó electo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.
Fue el 13 de marzo de 2013 cuando la humata blanca se hizo presente para anunciar al mundo la elección de un nuevo Papa, para sorpresa de todos se anunció que Jorge Mario Bergoglio sería el sucesor de Pedro y tomaría el nombre de Francisco. Así se convirtió en el primer Pontífice latinoamericano y también en el primer Jesuita en asumir el papado de la Iglesia Católica.

Argentino y jesuita
Jorge Mario vio por primera vez la luz el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, sus padres Mario Bergoglio y Regina María Sívori (ambos de raíces italianas) tuvieron cinco hijos, entre quienes se encontraba el papa Francisco.
Jorge Mario trabajó una temporada como técnico químico, entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en la escuela jesuita Inmaculada Concepción de Santa Fe. En 1969 fue ordenado sacerdote y fue provincial jesuita, rector de seminario y profesor antes de que San Juan Pablo II lo nombrara obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992. Se convirtió en arzobispo de la capital argentina en 1998 y fue creado cardenal en 2001.
Después de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado Jorge Mario Bergoglio asistió al cónclave para la elección del nuevo Papa sin imaginar que ya no regresaría a su natal Buenos Aires sino que él mismo resultaría electo para ocupar la sede vacante.
Humilde hasta el extremo
Al ser nombrado Papa, Jorge Mario eligió el nombre de Francisco inspirado en San Francisco de Asís a quien admiraba por la pobreza que proclamó y el amor por la creación de Dios, lo que a lo largo de casi 13 años reflejó en su estilo de dirigir a la Iglesia, siempre optando por los más desprotegidos, los marginados, los pobres, los desposeídos y los relegados del mundo, al mismo tiempo enfatizó el amor por la paz y cuidado por la naturaleza y sus criaturas llamando con respeto y dignidad a la madre tierra para fomentar el cuidado de la misma.
Durante su pontificado Francisco se caracterizó por rechazar privilegios entre los que destacaban el no vivir en la residencia oficial vaticana sino en un departamento de Santa Martha, además su anillo y crucifijo no eran de oro sino de plata dorada pues siempre quiso vivir con sencillez, humildad y austeridad.

Entre el legado que deja su pontificado es que canonizó a 942 santos, más que cualquier otro Papa en la historia. Publicó cuatro encíclicas y siete exhortaciones apostólicas, promulgando 75 documentos motu proprio.
Además, remodeló significativamente el Colegio Cardenalicio a través de 10 consistorios, creando 163 nuevos cardenales.
Este 21 de abril a casi un mes de haber salido del hospital después de permanecer en el nosocomio por 37 días a causa de una neumonía, el papa Francisco cerró para siempre sus ojos, no sin antes aparecer públicamente en la plaza de San Pedro para con un gran esfuerzo bendecir y despedirse del mundo en el Domingo de Resurrección.
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