Semana Santa

Para los cristianos, la Semana Santa es la conmemoración anual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, y nos recuerda desde la procesión y entrada de Jesucristo a Jerusalén en medio de alabanzas y levantamiento de hojas de palma, la celebración de la última cena de Jesús con sus apóstoles, el viacrucis y pasión, la muerte y la resurrección de Jesús de Nazaret. En este año 2025, comienza con el Domingo de Ramos el 13 de abril y concluye con el Domingo de Resurrección a celebrarse el 20 abril.

La Semana Santa honra la semana que cambió, y sigue cambiando al mundo. Pues desde el Domingo de Ramos, hubo muchos sucesos que son esenciales para la fe de los cristianos, incluida la institución de la Eucaristía, la Pasión de Jesús y lo más trascendente, su Resurrección de entre los muertos.

Lamentablemente, a pesar de la importancia que estos hechos tuvieron para la humanidad, si preguntamos sobre la Semana Santa en el buscador de nuestra computadora o dispositivo inteligente, la información que primero se nos ofrece se refiere a las vacaciones y viajes, y como no, pues si el gobierno federal espera al menos 22 millones 600 mil cruces por las casetas de cobro en las carreteras con rumbo a centros vacacionales; y más triste aún si nos encontramos con información turística en nuestra ciudad y nos invitan a “la visita de los siete antros”, como sátira de la costumbre católica de visitar siete templos el Jueves Santo como recuerdo de la visita de los lugares a donde llevaron a Jesucristo antes de sentenciarlo a muerte.

La costumbre católica es tener una semana de meditación y de oración, durante la Semana Santa, los fieles podemos ir a Misa y participar de las celebraciones que ofrecen sus parroquias en estos días, como participar de la ceremonia en que se celebra la institución de la Eucaristía, el rezo del Vía Crucis, el Pésame a la Virgen María, y lo más importante, celebrar la Resurrección del Señor. Como dijesen nuestros antepasados: son días de guardar.

En caso de estar impedido para asistir al templo, cada uno puede conmemorar la Semana Santa en su casa. Para ello se pueden leer las Sagradas Escrituras, en particular los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan en que se relatan los sucesos del Domingo de Ramos hasta la Resurrección del Señor.

Para poder entender el significado de la muerte y resurrección de Jesús, el Catecismo de la Iglesia Católica, en sus números 613 y 614, expresa: “La muerte de Cristo es a la vez el sacrificio pascual que lleva a cabo la redención definitiva de los hombres por medio del Cordero que quita el pecado del mundo y el sacrificio de la Nueva Alianza que devuelve al hombre a la comunión con Dios reconciliándole con Él por la sangre derramada por muchos para remisión de los pecados. Este sacrificio de Cristo durante su pasión y muerte es único, da plenitud y sobrepasa a todos los sacrificios. Entendamos que, ante todo, es un don del mismo Dios Padre: es el Padre quien entrega al Hijo para reconciliarnos consigo. Al mismo tiempo es ofrenda del Hijo de Dios hecho hombre que, libremente y por amor, ofrece su vida a su Padre por medio del Espíritu Santo, para reparar nuestros pecados.”

El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que la Resurrección de Jesús es la que da sentido a nuestra religión. La resurrección de Cristo es la muestra de su triunfó sobre la muerte y con esto abre las puertas del Cielo para todos quienes lo sigan. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. En la celebración se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado que se comparte con todos los presentes y que permanecerá encendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.

La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, y entre otras pruebas quedan el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles. Cuando los católicos celebramos la Resurrección de Cristo, también estamos celebrando nuestra propia liberación, celebramos pues la derrota del pecado y de la muerte.

En mi concepto, esta Semana Santa se nos presenta como una gran oportunidad para vivir nuestro cristianismo en compañía de la familia, aun cuando hayas decidido salir de la ciudad, pues te aseguro que en el lugar en donde te encuentres, habrá un templo esperándote para la celebración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Lo que Cristo padeció y vivió fue por nosotros, hagamos que tenga sentido en nuestra vida.

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