La entrada en vigor de la nueva miscelánea fiscal impactará negativamente en la economía de los mexicanos, y disolverá el efecto positivo que se esperaba con el incremento al salario mínimo.
Poco duró el gusto a quienes ganan el salario mínimo y con el incremento que se anunció a finales del año pasado creyeron que irían recuperando su poder adquisitivo. Lo que no veían venir era el aumento a diversos bienes y servicios, incluyendo los de la canasta básica, que oficialmente han iniciado desde el 2 de enero en algunos productos como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva miscelánea fiscal.
De acuerdo con el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, la carestía de vida que muchos mexicanos padecen se incrementará debido a los factores fiscales que el año pasado aprobaron los legisladores, como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Destacó que “antes de terminar diciembre las cadenas de proveeduría informaron al pequeño comercio de las actualizaciones a los precios, donde el primero en elevar sus productos fue Bimbo que aumentó 2.00 pesos a su línea de pan de caja en todas sus versiones. Mientras que marcas como Gamesa, Modelo, Sabritas, Barcel, Nestlé, Lala, Alpura, Marinela y Tía Rosa anunciaron que sus productos tendrían ajustes a partir del 2 de enero”.
El presidente de la ANPEC afirmó que “el inicio de año presenta un panorama ríspido para los mexicanos, pues la microeconomía se presenta con un alto nivel de dificultad en el que se tendrán que seguir sorteando las constantes alzas a los productos de mayor demanda de la canasta básica por incrementos fiscales a hidrocarburos, que encarece el transporte de mercancías, así como el transporte público, muestra de ello en el Estado de México. Esto vislumbra no sólo una cuesta de enero, sino que los mexicanos llevaremos el 2020 a cuestas”.
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Cabe recordar que el IEPS es un gravamen que se paga por la producción y venta o importación de gasolinas, alcoholes, cerveza y tabacos, entre otros productos. Es un impuesto indirecto, es decir, los contribuyentes del mismo no lo pagan, sino que lo trasladan o cobran a sus clientes.
Cuauhtémoc Rivera indicó que el aumento salarial que se anunció a finales del año pasado como el más grande en los últimos 40 años, es plausible, sin embargo, advirtió que sus efectos tendrán un bajo impacto en el consumo, debido a la actualización del impuestos como IEPS a gasolinas y diésel, medidas que se verán reflejadas en el bolsillo de los mexicanos por la elevación de los costos de suministro de los productos de primera necesidad, que tenderán a elevar sus precios.
Asimismo, mencionó que según el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, en 30 años la población mexicana ha perdido hasta el 80 por ciento de su poder de compra, el cual se refleja en su salario mínimo principalmente al intentar abastecer su Canasta Básica, ya que en 1987 un ciudadano debía trabajar 4.9 horas para poder comprarla, de 2017 a la fecha, un ciudadano debe trabajar 24 horas para poder comprar dichos productos, por lo que se infiere que el aumento de salario otorgado en este 2020 resultará insuficiente para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
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