El gasto regulatorio continúa siendo uno de los principales retos para las empresas mexicanas, generando costos significativos en tiempo y dinero que limitan el crecimiento económico del país. Según los resultados de la encuesta de Coparmex en su segunda medición de 2024, empresarios a nivel nacional expresan una fuerte preocupación por los altos niveles de burocracia que enfrentan.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), las empresas mexicanas dedican, en promedio, alrededor de 491 horas anuales para cumplir con trámites regulatorios, cifra que supera considerablemente el promedio internacional reportado por la OCDE, de aproximadamente 150 horas. Este gasto no es únicamente financiero, sino también humano, afectando directamente la productividad y capacidad de innovación de las empresas.
José Carlos Pérez, propietario de una mediana empresa textil en Guanajuato, relata con frustración: “Cada año gastamos semanas enteras en llenar formularios, presentar documentos y atender auditorías regulatorias. Es tiempo valioso que podríamos invertir en capacitación o innovación tecnológica, pero en su lugar, estamos atrapados en un círculo burocrático interminable”.
La especialista en economía Diana Velázquez, investigadora del IMCO, sostiene que “la carga regulatoria excesiva no solo representa una barrera para las empresas actuales, sino que desalienta inversiones futuras tanto nacionales como extranjeras. Es crucial simplificar estos procesos para aumentar la competitividad y facilitar la creación de empleos de calidad”.
Para Eduardo Sánchez, empresario del sector agroindustrial en Jalisco, la realidad es aún más preocupante: “No solo es el tiempo perdido, sino también los costos económicos que esto implica. Cada trámite representa gastos adicionales en abogados, consultores y personal administrativo especializado, recursos que podrían utilizarse para aumentar la producción o expandir mercados”.
En países con procesos regulatorios simplificados, como Nueva Zelanda o Singapur, la competitividad empresarial y el desarrollo económico muestran resultados contundentes, con mayor agilidad administrativa que se traduce en más empleos y mejores condiciones laborales.
Desde Coparmex se impulsa un llamado urgente a las autoridades gubernamentales para realizar una reforma integral que reduzca y simplifique los trámites regulatorios. Esta reforma debería enfocarse en la digitalización de procesos, la reducción de duplicidades y la eliminación de trámites obsoletos.
Carlos López, un empresario queretano, enfatiza que “no podemos seguir perdiendo competitividad frente a otras economías emergentes que ofrecen facilidades y agilidad administrativa. Es el momento de cambiar esta realidad y convertirnos en una nación más eficiente y atractiva para invertir”.
Algunos datos alarmantes de Data Coparmex en este sentido es que el 57.4% de los socios han tenido algún problema al realizar trámites gubernamentales el último año, esto es 1.8 puntos porcentuales de aumento en el último año, en 2021 a penas era el 27.4%. Estos problemas se han presentado en 34.2% en el orden municipal, 33.1% en el orden estatal y 32.7% en el ofden federal
Los estados donde más problemas de este tipo se han presentado es en Yucatán con 72%, Puebla con 75% y Quintana Roo con 76.7%, mientras que los que menos problemas han presentado son Sinaloa con 46.5%, Aguascalientes con 31.1% y Durango con 29.3%
Los problemas más comunes han sido requisitos excesivos con 26%, falta de claridad con 17%, costos excesivos con 13% e información incorrecta con 12% mientras que los tipos de trámites donde hubo más problemas fue primero en Servicios públicos con 31% y luego Impuestos con 25%
Esto no beneficia a nadie, la pérdida de tiempo es enorme ya que la micro empresa dedica en promedio al mes 56 horas para hacer trámites, la pequeña empresa 109 horas, la empresa mediana 134 horas y la grande 404 horas. Solo para ejemplificar, implica que un colaborador dedica 7 días hábiles al mes en la micro empresa, para resolver trámites y que en la gran empresa se requieren a dos personas tiempo completo en un mes para llevar a cabo los trámites.
La reducción del gasto regulatorio es un desafío urgente que enfrenta México para incrementar su competitividad empresarial. Simplificar y modernizar estos procesos permitirá no solo ahorrar recursos económicos y humanos, sino que también impulsará significativamente la creación de empleos, la inversión y el desarrollo económico integral del país.
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