Floristas y floreros en la 4T

La popularidad de AMLO se erosiona fuerte e incesantemente, ante un voto por el cambio que, hasta ahora, no ha dado resultados, porque unos llevan flores y otros, la hacen de floreros.


Funcionarios de adorno


Así se han ido varios

Hasta julio del 2019, pueden contabilizarse 14 renuncias en el equipo presidencial en México. Dentro de los renunciantes o renunciados, destacan varios que provocaron una andanada mediática de primera magnitud.

Cómo no recordar a don Carlos Urzúa en Hacienda; por sus serias discrepancias económicas con el presidente López. A Tonatiuh Guillén en el Instituto Nacional de Migración; Guillermo García Alcocer en la Comisión Reguladora de Energía; o a la impresentable doña Josefita González Blanco y Ortiz Mena, quien creyó que su rancia prosapia le permitía retrasar un vuelo a Baja California.

La más sonada, sin embargo, fue la renuncia de Germán Martínez al IMSS, acusando a Hacienda de injerencias y tropelías en el Instituto, por lo tanto, y no queriendo convalidar esos atropellos, Germán sostuvo que él no estaba ahí para ser “florero”. Varios más, tampoco, y se fueron de la 4T.

Los malabares del presidente para justificar la diáspora deambularon desde el respeto a las decisiones personales, hasta echarles a la UIF, encima. O sea, toda la fuerza del Estado para deshacerse de los disidentes e inconformes.

Cuántos floreros

Este escribano sostiene que, si el destacado periodista Luis Estrada, ingresa a la Cohorte Celestial, lo hará por la puerta de la perseverancia y el aguante, pues lleva con extraordinario detalle, la relación de horas, minutos, frases, gestos, espacios, promesas, amenazas y todo lo que implique el folclorismo de las mañaneras.

Luis lleva con estoicismo espartano –valga la expresión– cada una de las ocasiones en que los funcionarios del gabinete presidencial se desmañanan para estar “de floreros” mientras el mandatario habla de lo que sea y divaga en torno a cualquier tema.

¿Por qué?

Enrique Krauze sostiene en El pueblo soy Yo, que el populista tiene una especial predilección por dos cosas: Una, adueñarse de la palabra; y dos, estar siempre rodeado de gente que le aplauda o que le escuche. En parte, por eso, en Palacio Nacional, justifican la presencia de reporteros “piratas” que solo intervienen para dar lustre a la voz presidencial, aunque los reporteros de verdad, hayan levantado la voz para oponerse.

El presidente se siente halagado ante las multitudes. Las horas promedio de las mañaneras le permiten exponerse a los medios. No importa lo que se diga, el asunto es estar al frente y los demás, que se aguanten sentados, aunque no tengan permiso de ir al baño.

Gobernadores florero

La percepción es clara: el presidente quisiera ver a todos los gobernadores y a la jefa de gobierno, sentados desde las 6 de la mañana escuchando lo que es mandatario derrama con su palabra.

Como era de esperarse, el inquilino de Palacio Nacional aseguró que la violencia se presenta en los estados donde los gobernadores no participan en las juntas con él. Esto facilita un par de deducciones: Una, el problema de violencia, narcotráfico, crimen organizado y delincuencia, se resolverá cuando todos los gobernadores estén oyendo al presidente desde la madrugada.

Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, el mandatario de Guanajuato, sin pelos en la lengua aseguró que él no asiste a esas reuniones, porque ahí no se toman decisiones. Solo se comparten algunas cifras. La respuesta presidencial la captura Monserrat Vargas en una de sus entregas para Publimetro (https://www.publimetro.com.mx/mx/nacional/2019/12/18), cuando el mandatario sostiene que “…temprano se reparten los pedacitos de suerte y el que se levanta tarde ya no alcanza boleto, pero mucho respeto (a los gobernadores)”.

La lectura es simple: En este país, la seguridad es una cuestión “de suerte”; una a la que solamente tienen acceso al ser recibida de la bondadosa mano presidencial y que solo “alcanza boleto” a quienes lo acompañan. No más. Evidentemente, eso no es transparencia sino control; no es gobernar para todos, sino solo para quienes está alineados.

Los gobernadores del PAN le pidieron al presente una estrategia por encima de polarizar y descalificarlos. (https://www.reporteindigo.com/reporte). Dieron sus razones y hablaron fuerte: El presidente “pretende transferir a los estados la responsabilidad del fracaso del gobierno federal”, porque el tema no está relacionado con horarios, sino con eficacia. No hay compromisos integrales, agregó el legislador Juan Carlos Romero Hicks.

Ya son excesivos los frentes abiertos desde Palacio Nacional. El escribano lo reitera: la popularidad del mandatario se erosiona fuerte e incesantemente, ante un voto por el cambio que, hasta ahora, no ha dado resultados, porque unos llevan flores y otros, la hacen de floreros.

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