Los ríos son cuerpos de agua fundamentales para la regulación ecológica de los ecosistemas que los rodean. Su importancia radica no solo en el suministro de agua dulce esencial para la supervivencia de animales y plantas, sino también en su capacidad de transportar sedimentos y minerales que fertilizan las riberas, permitiendo el crecimiento de una amplia variedad de flora. Estos ecosistemas acuáticos son vitales para mantener el equilibrio ambiental y proporcionar recursos indispensables para la vida.
Cada 14 de marzo se celebra el Día Internacional de Acción por los Ríos, considerando su gran importancia para la vida del planeta.
Entre la función ecológica que tienen los ríos es de destacar que muchas comunidades humanas pueden vivir, ya que gracias a los ríos obtienen agua dulce para el consumo humano y animal, además de que les permite desarrollar actividades agrícolas y pecuarias.

Los seres humanos desde tiempos remotos desarrollaron la pesca en ríos como una fuente directa de alimentos gracias a lo cual muchas comunidades tienen seguridad alimentaria además que han podido desarrollar su economía gracias a los beneficios de los ríos.
Sin embargo, la explotación desmedida de estos recursos ha provocado graves daños y amenazas a su preservación. Dos de los problemas más alarmantes que enfrentan los ríos en la actualidad son la construcción de represas y la contaminación industrial.
Las presas alteran significativamente los ecosistemas fluviales, como en el caso del salmón, especie que ve interrumpida sus rutas migratorias ya que para trasladarse lugares seguros dependen de ríos libres de obstrucciones para completar sus ciclos reproductivos. Esta interrupción afecta la cadena alimentaria y el equilibrio ecológico en general, generando impactos que pueden extenderse a toda una región.
Otro de los muy graves daños generados por los seres humanos, es la contaminación de los ríos en los cuales han sido utilizados como vertederos de desechos industriales, agrícolas y urbanos. En muchas regiones del mundo, la contaminación ha alcanzado niveles tan extremos que la vida acuática ha desaparecido o se encuentra gravemente amenazada.
Salvar los ríos
El problema de contaminación y daño al equilibrio ecológico no es indiferente para muchas personas, y fue durante el Primer Encuentro Internacional de Afectados por las Represas, celebrado en 1997 Curitiba, Brasil, donde diversas organizaciones y movimientos sociales decidieron instaurar un día para denunciar los impactos ambientales y sociales de las grandes infraestructuras hídricas. Desde entonces, el 14 de marzo se ha convertido en una jornada de movilización global, con actividades como protestas, limpiezas de ríos, foros comunitarios y campañas de educación ambiental.

En México, la situación de los ríos es preocupante debido a la contaminación, la sobreexplotación y la construcción de megaproyectos. De acuerdo con estudios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), más del 70 por ciento de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación por descargas industriales, agrícolas y urbanas.
Uno de los casos más emblemáticos es el del río Santiago, en Jalisco, considerado uno de los más contaminados del país. Las comunidades cercanas han denunciado durante décadas los efectos de las descargas tóxicas provenientes del corredor industrial de El Salto, que han provocado problemas de salud como cáncer, enfermedades respiratorias y malformaciones congénitas.
Otro caso relevante es el del río Sonora, afectado gravemente por un derrame de sulfato de cobre en 2014, causado por una mina del Grupo México. Este desastre ecológico afectó a más de 22 mil personas y generó una crisis sanitaria y ambiental cuyas consecuencias persisten hasta hoy.
Además de la contaminación, la construcción de represas ha generado conflictos socioambientales en varias regiones del país. Un ejemplo es la Presa El Zapotillo, en Jalisco, cuyo proyecto amenaza con inundar tres comunidades: Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Los habitantes de estas localidades han resistido por más de una década, argumentando que la obra pone en riesgo su patrimonio cultural y su forma de vida.
Organizaciones civiles, comunidades indígenas y activistas ambientales en México han desempeñado un papel fundamental en la defensa de los ríos. A través de acciones legales, movilizaciones y campañas de sensibilización, han logrado frenar proyectos extractivistas y exigir la restauración de cuerpos de agua contaminados.
Uno de las organizaciones que ha destacado en esta lucha es el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos que ha articulado diversas luchas a nivel nacional, exigiendo una política hídrica que respete los derechos humanos y los principios de justicia ambiental.
En este contexto, el Día Internacional de Acción por los Ríos no solo es una jornada de denuncia, sino también de esperanza y solidaridad. Cada año, miles de personas en todo el mundo se unen para recordar que los ríos son fuentes de vida y que su protección es fundamental para garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
¿Sabías la gran importancia que tiene para el planeta la sana conservación de los ríos?
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