El Judo o “el arte de la gentileza” es un arte marcial creado por el japonés Jigorō Kanō, en el año 1882. Bien vale la pena conocer los principios de esa técnica de combate, porque se pueden aplicar a la guerra política, la guerra comercial o la guerra diplomática, pues ayudan a desplegar estrategias que se utilicen en momentos precisos para imponerse o defenderse ante la agresión de un adversario.
Con la irrupción de Donald Trump en el escenario mundial, vemos a un personaje que ha puesto en marcha una serie de medidas que están reconfigurando la geopolítica, y estas acciones empiezan a sentirse en distintas regiones, y por su puesto se resiente en México, ya que el nuevo gobierno de Estados Unidos empieza a marcarle una agenda en materia económica, de seguridad y de migración.
Lo que sucede ahora puede aprovecharse por los actores políticos de México aplicando técnicas de Judo; sí, de Judo político. El Judo consiste, entre otras cosas, en la no resistencia, como principio técnico primordial, sobre todo cuando el adversario es más fuerte que tú. La idea es aprovechar la fuerza del adversario en tu favor; simplificando la idea, es la manera de aceptar las cosas según se presentan para cambiarlas ventajosamente.
Como en toda crisis, esta fuerza que ejerce Estados Unidos puede ser aprovechada en México por los actores políticos, empezando por la presidente Claudia Sheinbaum, que bajo la presión de Donald Trump, pueda dar los pasos para construir su propia agenda y dejar de depender de los grupos radicales de su partido, que como se ha visto, en el Congreso y en el evento del domingo en el Zócalo, no están alineados con ella.
Ya se empiezan a percibir pasos diferentes entre Claudia y su antecesor, sobre todo en materia de seguridad, es un hecho que Claudia, diga lo que diga, abandonó ya la estrategia de abrazos no balazos, presionada bajo la agenda de Donald Trump, y si ella aprovecha esa fuerza, puede utilizarla en su favor, a través de hechos, y ya después tendrá que alinearla con los dichos. Por ahora ya es muy evidente que sus mensajes son para apaciguar a su núcleo duro, aunque en sus acciones si está dando un giro, al menos en las acciones contra el narcotráfico.
La oposición mexicana tampoco sabe usar el Judo Político, podría aprovechar la fuerza y la agenda de Donald Trump, y poner en marcha el arte de la “no resistencia” y “aceptar las cosas como son, pero sacarles ventaja”. La oposición en México no logra entender su ventana de oportunidad.
El ejemplo más claro está en como desaprovechó el comunicado oficial de la Casa Blanca, publicado el 3 de marzo. En ese documento oficial, Estados Unidos señala que el Gobierno mexicano está protegiendo a los narcotraficantes pues “operan sin obstáculos debido a una relación intolerable con el gobierno de México”. Peor aún, afirma que “el Gobierno de México proporcionó refugios a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y tráfico de drogas”.
Y en lugar de que la oposición pida las pruebas de sus dichos al Gobierno norteamericano, sus primeros pronunciamientos fueron semejantes a los pronunciamientos oficiales del gobierno de México, de risa.
La gravedad de los señalamientos de la Casa Blanca, en documentos oficiales deberían tener como respuesta, la solicitud de que el gobierno de Donald Trump presente pruebas. Pero ni lo hizo la oposición, y mucho menos lo hará Claudia Sheinbaum, la presidente sólo rechazo esos señalamientos.
Por supuesto que se debe tener muy claro en México, que una cosa es defender a la nación y otra defender al crimen organizado. De ahí que es urgente que se investiguen los graves señalamientos que hace el gobierno de Donald Trump sobre la alianza entre el gobierno mexicano y el narcotráfico. Nos conviene a todos. Ahí están las estampas de horror de los crematorios descubiertos en Jalisco, con cientos de pares de zapatos y ropa de mexicanos que fueron desaparecidos. En este tema, se puede aprovechar la fuerza de la demanda que tiene el gobierno de Estados Unidos para atacar la alianza entre delincuentes y políticos.
Claudia puede utilizar la fuerza para imponer su agenda local, y la oposición puede aprovechar esa fuerza para establecer un nuevo liderazgo. Pero me temo que no están viendo la ventana de oportunidad, ni unos, ni otros.
“Si no te conoces a ti mismo ni a tu oponente, en cada batalla serás derrotado”. Sun Tzu
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