La psicología siempre me ha fascinado, sobre todo porque en el mundo de la política la materia prima principal con la que se trabaja, por así decirlo, es un ser humano. Y eso significa que debemos lidiar con un mundo complejo, que no sólo se explica por el estudio del poder, la sociedad, la economía o la historia, es un ámbito donde debemos identificar la forma como los líderes políticos conciben al mundo, y la cosmovisión que tienen, sobre todo, de tres elementos cruciales: ¿Cómo se ven así mismos? ¿Cómo ven al prójimo? y ¿Cuál es su visión sobre Dios? si es que acaso la tienen.
Hoy el mundo tiene tres poderosos personajes que son líderes globales a los que hay que analizar y seguir, porque sus decisiones trastocan el rumbo y la vida de millones de personas, estos son Vladimir Putin de Rusia, Xi Jinping de China y Donald Trump de Estados Unidos. Tratar de entender al ser humano detrás del poder que ostentan y cómo se relacionan con su entorno político y social, es una materia compleja y fascinante. Porque al igual que nosotros, ellos tendrán sus carencias, valores y psicopatías que podrían comprometer la vida del planeta.
Antes incluso de que llegue Donald Trump al poder, ha sacudido al mundo, incluyendo opiniones sin contexto, exageraciones y alineaciones ideológicas de la comentocracia, como diría Claudia Sheinbaum.
La televisión del estado Alemán, la cadena internacional de noticias Deutsche Welle, ha hecho un estupendo documental titulado: ¿Eres un psicópata? que aborda este fenómeno de manera genérica, pero profunda, y en uno de sus temas menciona cómo los presidentes más exitosos de Estados Unidos, también son los que presentan algunas características de la psicopatía. Y es que algunos rasgos como la capacidad de persuasión, la habilidad y frialdad para gestionar las crisis, la disposición a sumir riesgos, las habilidades de comunicación y liderazgo, son rasgos que también suelen tener algunas personalidades psicópatas.
Uno de los entrevistados, el neurocientífico James Fallon hace énfasis en que los psicópatas son encantadores y no gruñones:
- “Mucha gente piensa que, si no les gusta alguien, debe ser el psicópata, por eso a la gente le gustaba decir que Donald Trump era un psicópata, porque lo odiaban mucho. Pero el psicópata no es el gruñón y agresivo. Es el que dice: ‘¿quién te ama cariño?’ La gente lo confunde constantemente.
Por supuesto el entorno político, el modelo económico y cultural en el que se desempeña el líder político cuenta mucho. No es lo mismo que Trump viole la ley y la resonancia que causa, a que la viole Xi, o Putin, y no haya ninguna consecuencia, por el sistema nada democrático, ni libre en el que ejercen su poder estos dos personajes.
Pero para ayudarnos a identificar a un psicópata en el poder, otro especialista, Vicente Garrido Genovés, criminólogo y psicólogo español, ha desarrollado “el tablero del psicópata”, un listado de conductas que ejecutan los políticos psicopáticos. Algunas de estas características son:
1. Miente mucho. No mantiene sus promesas o hace lo contrario de lo que dijo.
2. Le falta empatía; puede llegar a ser cruel en su toma de decisiones o declaraciones (ataques personales). Mensajes de desprecio hacia algunos grupos.
3. Reprime con dureza a los medios opositores a su persona. Emplea a los medios del poder, en su beneficio.
4. Enfrenta a los poderes del Estado de Derecho; busca derogar las leyes que les perjudican y desautorizan a la autoridad judicial.
5. Ofrece soluciones sencillas a problemas complejos.
6. Viola la ley, o utiliza arteramente los poderes del Estado para mantenerse en el cargo: Soborna, corrompe. amenaza o mata.
7. Roba, defrauda o llega a acuerdos ilegales que le enriquecen o le permiten un retiro lujoso después de la política.
8. Es seductor, tiene don de gentes, carismático, pero es algo impostado o forzado.
¿Identifica usted a algún político con estos rasgos?
Bueno, a lo mejor todos los seres humanos tenemos algunas de estas conductas, aquí el tema es que el psicópata los lleva a su máxima expresión para hacerse del poder y mantenerse en él. Sera difícil para ellos entender la sabiduría del corazón, irán por el poder, por el poder mismo, y no entenderán lo que es una vida con un propósito. Nunca explorarán con profundidad tres relaciones claves para vivir: ¿Quién es él? ¿Quién es el prójimo? y ¿Quién es Dios en su vida? Ya que les conviene desconectarse de sí mismos.
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