La democracia es para muchos la mejor manera de gobierno que se ha instaurado hasta ahora, y sin embrago con la democracia se han cometido muchos errores en la elección de los dirigentes o gobernantes y por lo mismo también se han cometido muchos abusos que han sido perjudiciales para pueblos enteros.
Hasta mucho de lo bueno en exceso puede llegar a ser dañino, por ejemplo una excelente medicina para una enfermedad tomada en sobredosis puede producir enormes daños a la salud e incluso la muerte, la lluvia en exceso produce inundaciones, los alimentos en gran cantidad molestias estomacales, el ejercicio sin medida puede ocasionar lesiones por solo mencionar algunas cosas, y decimos que la democracia no puede ser utilizada en cualquier situación, por ejemplo no podemos elegir a los médicos por voto, sino por su capacidad, formación y experiencia, lo mismo diríamos de los pilotos de los aviones, de los operadores de máquinas especializadas, de los directivos y administradores de las empresas y muchos otros casos donde utilizar la democracia es un error.
Cuando la democracia produce un gobierno donde todo el poder se concentra sin contrapesos es muy factible que este derive en un despotismo que puede tener consecuencias catastróficas para los ciudadanos y para el país mismo, pues la voluntad de quien o quienes dirigen puede apropiarse de la llamada voluntad popular, aunque muchas veces las aspiraciones o deseos de las personas que fueron electores no sea compatible con las decisiones de los dirigentes o gobernantes.
Podemos decir en concreto que un caso de abuso de la democracia es el que estamos viviendo en México, al aplicar este concepto a la lección de jueces y magistrados, pues el ejercicio de las funciones de administración de justicia requiere de mucha preparación y sobre todo de experiencia comprobada y de cualidades morales demostradas, cualidades que el voto popular no concede.
Lo anterior se deriva en este caso en concreto de un abuso del sistema democrático que ha hecho que los partidos del gobierno tengan una sobrerrepresentación legislativa, con lo cual han obtenido el control de ambas cámaras del congreso, y esto da como resultado que no se tengan contrapesos a las decisiones que tome la presidencia, y esto es un factor de riesgo enorme porque de hecho significa que tenemos un gobierno, que a sus deseos no tiene oposición y los justifica siempre bajo la premisa de que esa es la voluntad popular.
Los partidos de oposición prácticamente no han hecho nada para evitar este estado de cosas, por lo que los ciudadanos deberemos de estar muy pendientes para ver que oportunidades hay de actuar para ser un contrapeso real contra las decisiones que no convengan y que sean contrarias a la libertad, progreso y dignidad de todos.
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