El gobierno de la reclamo-a-España-por-la-Conquista-pero-uso-los-mapas-de-Nueva-España-para-pelearme-con-Trump está por llegar a 100 días y aunque esta ñora ha querido darle chance (incluso hasta la columna de la semana pasada) de que la veamos desplegar su personalidad pues cada día se esfuerza por ser más una calca y lo malo es que con menos pegamento y eso es grave. El vacío de poder siempre se llena.
Esta semana fue una cosa fantástica el desgate que tuvo la no-hay-adicción-al-fentanilo-en-México-pero-lanzo-campaña-contra-el-fentalino. Empezó con que primero el domingo se sabe que se cancelan rutas de Mexicana, o sea, se le adelantan los soldaditos al anuncio; el lunes anuncia que le van a presentar plan Maestro y el plan Maestro no llega ni a Plan Aprendiz porque para la tarde ya se sabe que la empresa que les rentaba avioncitos se baja del ring, y ¡se quedan con dos aviones comprados en tiempos de Calderón nada más! O sea, no sabe nada de nada y nadie le informa nada (igual con los laboratorios de fentanilo que se la pasó días diciendo que no hay laboratorios y los soldaditos sacan nota diciendo que hay destruido un titipuchal).
Así esta ñora se quedó asombrada de que, en ese marco, resultara todavía más ridículo el anuncio de que ahora el Estado Emprendedor, que es más bien el Estado Emperador, hará “cochecitos eléctricos”. Esto no sólo resulta ridículo cuando estás viendo el fracaso de Mexicana, sino porque los modelitos están más cerca de venderse en una juguetería que en una automotriz, y de pilón: ¡eso mismo hicieron en Bolivia y ya los había presumido el Marce en alguna ocasión! Claro, que con lo de es eléctricos es una manera de envolverse en la bandera de la energía verde. Por cierto, hablando de eléctricos, resulta que la CFE Bartlett violó la ley especulando con derivados financieros y ni siquiera lo hizo bien y hay que pagar 300 millones de dólares por esa fallida operación.
Y hablando de negocios, ahí es donde esta ñora ve que las tres cosas se juntan en que todo es negocio para alguien. A esta ñora nunca le pasó desapercibido que el rescate de Mexicana fue un negocio donde el que salió ganón fue Arturo Alcalde, el papá de Luisa María, hoy presidenta de Morena. Pues él representaba a los trabajadores a los que se les pagó por la marca y él cobró una lanita por representarlos. Por otra parte, hijo de Bartlett ganó un montón de contratos en el área de Salud y no sólo con los respiradores artificiales durante la pandemia. ¡Y si se diga de los hijos de López que ganaron y ganaron y seguirán ganando! Así que pues esta ñora tiene la certeza de que el mismo asunto está en la nueva armadora estatal: alguien hará negocio.
Esta ñora no quiere apuntar a nadie, pero resulta que quien hace el anuncio del lanzamiento de Olinia es Roberto Capuano Tripp, cuyo título nobiliario, perdón, cuyo puesto es encargado del Proyecto de Desarrollo Sustentable del Estado de México, Hidalgo y Ciudad de México (sí, esta ñora puso la misma cara al leerlo). El Robert antes fue director del Metrobús y también estuvo en Sacmex… y en abril del año pasado Latinus reveló que dio un montón de contratos a empresas con directivos cercanos a él. Y de pilón, compró en 2020 así nomás una propiedad en 18 millones de pesos y gastó al año siguiente unos cuantos millones más en ¡amueblarla! Esta ñora sugiere que todos estemos mucho más atentos a las relaciones industriosas que ese fifí (porque hasta estudió en Londres) tiene con todos los involucrados en este nuevo negocio porque todo parece una copia calca del modo de operar del sexenio anterior.
Esta ñora se pregunta si en los primeros cien días ya tenemos el primer negocio a la sombra del presupuesto, ¿cuántos más habrá en los próximos años? Quizá menos porque con Trump igual y ni de eso hay chance.
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