Carlos Romero Deschamps presentó su renuncia al Sindicato Petrolero tras permanecer 26 años al frente. Su salida se atribuye a las demandas de corrupción que hay en su contra; sin embargo, a cargo de la dirección del sindicato queda una persona muy cercana a él.
La renuncia de Romero Deschamps a la presidencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ocurrió el pasado 16 de octubre, luego del exhorto que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador hiciera al líder sindical para que abandonara su cargo y enfrentara las denuncias que la Fiscalía General de la República tiene en su contra.
Alfredo Lecona, analista y activista político, asegura que las grandes autoridades de Pemex se sirvieron “con la cuchara grande” y por ello hay muchísimos escándalos de corrupción que involucran a diferentes personajes de la dirigencia sindical y exdirectivos del Sindicato de Pemex.
Lecona dice que la renuncia de Deschamps se debe a los actos de corrupción con los que durante años se ha relacionado al líder petrolero, y asegura que simplemente dejar el sindicato no es castigo suficiente para una persona que ha sido señalada de enriquecimiento ilícito; por ello, asevera, es importante que se investiguen a fondo las acusaciones contra Romero.
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Lecona asegura que durante muchos años parecía que Romero Deschamps era inmune a la justicia, gracias a sus relaciones e influencia en la política mexicana, y sostiene además que, durante el tiempo que trabajó en el Senado de la República, coincidió con el entonces senador Romero Deschamps y observó el respeto con el que los legisladores priistas, perredistas y panistas le hablaban. “Durante los tres años que trabajé en el Senado, vi como Romero Deschamps se sentaba al centro del salón de plenos, cobijado por el priismo y flanqueado por los personajes de la derecha y la izquierda mexicana, como si lo cuidaran”.
Según información del Gobierno Federal, Romero Deschamps abandonó el país el mismo día que renunció al Sindicato Petrolero, por lo cual la FGR solicitó a Interpol una ficha azul, para la localización y presentación del exlíder petrolero y 10 de sus familiares cercanos. Alfredo Lecona señala que es importante continuar la investigación de manera legal y real contra la corrupción de Romero Deschamps, para que no pase lo que en otros casos, cuando los acusados renuncian y así de fácil se termina el problema, porque eso se entendería como producto de un pacto de impunidad.
El abogado, analista y consultor político Sabino Bastidas asegura que la renuncia de Romero Deschamps no pone fin a la corrupción que hay en el Sindicato y en Pemex, porque aún faltan 36 líderes de secciones sindicales que tienen que ser investigados. Además, la llegada de Manuel Limón sólo representa una política de impunidad y continuidad en la dirigencia del sindicato.
Bastidas explica que el nuevo presidente del STPRM, Manuel Limón, es diputado plurinominal por el PRI y ha ocupado diferentes cargos dentro del Sindicato Petrolero desde que Carlos Romero Deschamps llegó a la dirigencia del sindicato, y fue de las personas que se ampararon a principios de la década cuando se giraron órdenes de aprehensión por peculado electoral contra varios dirigentes del Sindicato Petrolero.
Durante los seis meses en que dirigirá al sindicato, Manuel Limón Hernández tendrá que organizar elecciones para que los más de 92 mil trabajadores de Pemex determinen por votación quién será su nuevo dirigente sindical.
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