4 claves de inspiración cristiana en la política

AMLO hace evidente la falta de verdad en las aseveraciones de sus secretarios o en las que él hace, provocando incertidumbre y confusión.


Presidente


Esta semana el presidente de México expresó: “El propósito (de mi gobierno), repito, es que tengan mejores condiciones de vida y de trabajo los más necesitados, esto es humano, y es también cristianismo”. Posteriormente al consultarle a monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) sobre las declaraciones del presidente López Obrador, expresó: “Yo creo que el cristianismo en su esencia puede ser fermento para una buena gestión pública, para una buena política, si el presidente se inspira en Jesús, pues qué bueno”.

Seguir las enseñanzas de Jesucristo en la actividad política, como en cualquier actividad profesional o familiar, es un buen camino para mejorar las condiciones de la sociedad a través de una mejor gestión pública. Entre las principales enseñanzas cristianas se pueden mencionar la predilección por los pobres; amar al prójimo como a sí mismo; dar testimonio de la verdad; y buscar la unidad entre las personas.

Es encomiable que el gobierno busque generar políticas que mejoren las condiciones de vida y trabajo de los más necesitados, y es tanta la necesidad, que es menester hacerlo de manera inteligente, eficiente, para que se beneficie a la mayor cantidad de personas; y no a través de ocurrencias que en lugar de mejorar las condiciones de los marginados, las empeoren, por eso es necesario que se mida el impacto de las acciones, que se haga promoviendo esfuerzos comunitarios, no dispersando los recursos individualmente ya que de esa manera se desperdician.

Dar testimonio de la verdad implica por lo menos que lo que dice el presidente y sus secretarios sea consistente, que no suceda como después del escandaloso fracaso del operativo en Culiacán, donde se manejaron diferentes y contradictorias “versiones oficiales”, que, en lugar de ayudar a esclarecer la verdad, se conviertan en mecanismos para ocultarla.

La costumbre del presidente de salir al paso de contradicciones en sus conferencias mañaneras, apelando a que tiene “otros datos” es ya objeto de bromas entre la población; sin embargo, hace evidente la falta de verdad en las aseveraciones de sus secretarios o en las que él hace, provocando incertidumbre y confusión. Buscar proteger la imagen pública en lugar de aceptar la realidad que se presenta con evidencias o datos, va en sentido contrario de lo que plantea el cristianismo.

Finalmente, el elemento central del mensaje cristiano que implica amar al prójimo como a sí mismo, y la búsqueda de la unidad, es un reto constante en la gestión pública. Pero se vuelve aún más difícil si la “narrativa” gubernamental se plantea como una lucha de contrarios, estigmatizando a quienes no piensan igual que el gobierno, señalándolos con diferentes adjetivos que, en lugar de promover la unidad, promueven el conflicto.

Pensar en los pobres al diseñar las políticas del gobierno es sin duda un criterio que todo político debe asumir; la construcción de la paz a través de la justicia es una manera práctica de amar a los demás, tratarlos como quisiéramos que ellos nos trataran, lo que crearía condiciones para el respeto y la unidad entre los habitantes de las comunidades.

Cualquier político que busque inspiración en el cristianismo, puede empezar por la definición que Cristo hizo de su reino frente a Pilato. “Entonces Pilato le dijo: ‘¿Luego tú eres Rey?’ Respondió Jesús: ‘Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.’” Jn 18, 37

El reto diario para cualquier profesional cristiano, pero más aún para los políticos o administradores públicos, es además de ser honesto, veraz, ejercer su servicio (reinado) dando testimonio de la verdad. Esto no es fácil (y menos sin fe y gracia sobrenatural), pero por los resultados que genera, vale la pena intentarlo cada día.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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