Tensiones políticas reconfigurarán el T-MEC

El T-MEC es una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, abarcando a más de 490 millones de personas y generando un PIB conjunto de aproximadamente 25 billones de dólares; sin embargo, con el segundo mandato de Donald Trump su conformación podría estar en riesgo, pues recordemos que fue por el mismo Trump, cuando en 2020 el tratado se transformó de TLCAN a T-MEC. 

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tiene sus inicios en 1994, con la entrada en vigor de su antecesor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pero es hasta el 01 de julio de 2020, cuando se transforma en el T-MEC, redefiniendo las reglas del comercio y la inversión, y fomentando la inversión entre los tres países, marcando un hito en la integración regional. 

Fue en 2017, cuando el entonces presidente de EUA, Donald Trump, calificó al TLCAN como “el peor acuerdo comercial de la historia” y anunció su intención de renegociarlo, y tras múltiples rondas de negociaciones que involucraron a representantes de los tres países, se firmó el T-MEC el 30 de noviembre de 2018, y después de ser ratificado por los respectivos legislativos, entró en vigor en 2020.

Con su modernización, el T-MEC se adaptó a distintos desafíos del siglo XXI y entre los principales diferenciadores del tratado que hoy conocemos con el TLCAN se encuentran: distinciones en las normas laborales; también por primera vez se abordó el comercio digital; se modificaron las reglas de origen, en específico del sector automotriz; se incluyeron cuestiones ambientales, entre muchos otros nuevos cambios. 

Sin embargo, aunque el T-MEC se ha modificado y muchos aspectos han tomado un nuevo rumbo, México se ha enfrentado a una serie de acusaciones de incumplimiento del tratado, lo que sumado a los cambios políticos y económicos del mundo, ha colocado al tratado en una posición compleja.

México y sus disputas en el T-MEC

En la cuestión ambiental, la insuficiente protección a la Vaquita Marina también ha resonado, ya que en agosto de 2021, ambientalistas llamaron a la comisión del T-MEC a investigar la falta de protección a la vaquita marina en México y se descubrió que, más de mil 100 embarcaciones pescaban ilegalmente en áreas protegidas, poniendo en riesgo a esa especie en peligro de extinción. 

La más reciente de las disputas que protagonizó México, fue la del maíz transgénico, pues en este mismo diciembre, nuestro país perdió una controversia contra EUA y Canadá relacionada con la prohibición del maíz transgénico. Aunque el Gobierno mexicano intentó demostrar científicamente que el grano genéticamente modificado ocasiona daños a la salud humana, no lo logró. 

Sin embargo, México se ha mantenido firme respecto a la no venta de maíz transgénico y recientemente, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, anunció una iniciativa para prohibir ese maíz en 2025, secundando el anuncio de la presidenta, Claudia Sheinbaum de prohibir constitucionalmente ese alimento. 

El sector energético también ha sido centro de discusión, pues EUA y Canadá expresaron preocupaciones sobre las reformas energéticas mexicanas que favorecían a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), argumentando que esas medidas discriminaban a las empresas extranjeras y violaban las disposiciones del tratado. El tema no ha tenido solución y las tensiones en ese aspecto continúan. 

Respecto a materia laboral, desde 2020, cuando el T-MEC entró en vigor, se han presentado al menos 17 disputas comerciales, 11 de las cuales se fundamentan en el mecanismo laboral. Las disputas alegaron que México no ha cumplido con las obligaciones laborales establecidas en el tratado, incluyendo la protección de los derechos de los trabajadores y la garantía de condiciones laborales justas.

En materia automotriz, EUA perdió una disputa con Canadá y México, en aspectos de reglas de origen y aunque en el caso México no fue señalado por incumplimiento, la disputa refleja las complejidades y desafíos en la implementación de las disposiciones en sectores clave como la industria automotriz. 

Aunque muchas de esas situaciones ocurrieron fuera del mandato de Donald Trump, sí abonaron para que el próximo presidente hiciera aún más evidente su postura ante México, pues desde su campaña política, los ataques y descalificaciones para la República Mexicana fueron evidentes, y a problemáticas en aspectos como migración o consumo de drogas ha reafirmado un ambiente de suma tensión. 

¿T-MEC en peligro para 2025?

A prácticamente un día de iniciar 2025, con la toma de protesta de Donald Trump en puerta, las nuevas amenazas de Canadá de abandonar el tratado y hasta las nuevas políticas implementadas por México, el panorama sobre el futuro del T-MEC se divisa sumamente incierto. 

Recordemos que, durante su primer mandato, Trump adoptó una postura proteccionista que generó tensiones con socios comerciales, incluyendo amenazas de abandonar el T-MEC y en su segundo mandato, que está próximo a iniciar, los ataques a México iniciaron desde la campaña política del empresario. 

Pese a que el próximo presidente amenazó con aumentar en un 25 por ciento los aranceles y tras diversas contestaciones públicas de la presidenta Claudia Sheinbaum en ese aspecto, Larry Rubin, presidente de The American Society, aseguró que el T-MEC continuará; sin embargo, se avecina una nueva negociación para 2026.

Y es que EUA no ha sido el único en declarar que posiblemente terminaría su participación comercial, pues Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, explicó que la permanencia de su país depende de cómo maneje México la inversión china, ya que se ha registrado un aumento importante, mismo que consideran una amenaza comercial. 

Por otro lado, México y sus nuevas políticas, como la reforma judicial, también han abonado a que el panorama sea tenso, ya que, pese a advertencias de distintos expertos, universidades y hasta de Ken Salazar, embajador de EUA en México, sobre posibles afectaciones el paquete de reformas obtuvo luz verde. 

Y es que la agencia Moody’s agregó que la reforma judicial podría “impactar” en la fortaleza económica y fiscal del país; mientras que, el Banco de México añadió que los riesgos respecto al ejercicio que tendrá sus primeras votaciones en junio de 2025, generaban incertidumbre en inversionistas, quienes exigían un entorno de incentivos y un Estado de derecho fuerte. 

El T-MEC enfrenta un panorama complejo y lleno de desafíos para 2025, con la reconfiguración política de sus tres países miembros. La postura proteccionista de Donald Trump y sus amenazas, junto con el escepticismo de Canadá respecto al manejo de la inversión china por parte de México, colocan al tratado en una encrucijada. 

Sin duda, el futuro del T-MEC dependerá de la capacidad de los líderes para encontrar puntos de convergencia en medio de un entorno marcado por tensiones políticas, disputas comerciales y transformaciones económicas globales, pues no solo hay billones de dólares en inversión en juego, sino millones de empresas y familias. 

¿Podrán México, EUA y Canadá encontrar un equilibrio entre sus intereses nacionales y los compromisos del T-MEC para mantener su competitividad global?

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