A muchas personas que viven en la calle se les ofrece un albergue para que pasen la noche, sin embargo, no aceptan, desconfían de las demás personas, señala la trabajadora social.
En calles, avenidas, parques, bajo puentes, en predios abandonados y en las escaleras del transporte público, es común ver a personas indigentes: extienden la mano y piden comida o limosna para cubrir las necesidades básicas. Por lo general, la gente pasa y los ignora, e inclusive, hay quienes los miran raro, los desprecian y discriminan, pero siempre hay alguien que voltea a verlos y atender sus necesidades temporales.
Sin embargo, el plato de alimento o las monedas que pueda recibir una persona en esas condiciones, sólo le garantizan que podrá “librarla” por las siguientes horas, pues la ayuda no es fija, depende de la generosidad de las personas.
Las causas que orillan a las personas a vivir en la calle o aprovechar alguna estructura de la vía pública como casa o lugar de descanso, son diversas, entre las que destacan que no tuvieron opción -sin especificar la razón-, uso y abuso de sustancias adictivas, desintegración familiar y problemas en el hogar.
En la Ciudad de México hay 6 754 personas que viven en la calle, el equivalente al 0.075% de los capitalinos: 2 400 son atendidas en alguno de los Albergues y Centros de Asistencia e Integración, mientras que 4 354 deambulan en el espacio público, de acuerdo con el Diagnóstico Situacional de las Poblaciones Callejeras 2017-2018 de la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México.
Las alcaldías en las que se registró mayor número de personas que viven en la calle fueron Cuauhtémoc, con 1303; Gustavo A. Madero, con 1003; Venustiano Carranza; con 869, e Iztapalapa, con 465 personas.
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Extiende la mano a las personas de la calle
Si alguna vez has pensado en cómo puedes ayudar a las personas sin hogar para que ya no pernocten en las frías y peligrosas calles de la ciudad, una trabajadora social (quien pidió mantenerse en el anonimato) aconseja considerar siempre que la ayuda a brindar a esas personas dependerá de los antecedentes y el entorno de cada caso.
Antes de emprender alguna acción en favor de esas personas, servirá de mucha ayuda que se acerquen a conversar con ellas para saber si quieren buscar a su familia o recibir tratamiento.
“Algunas de las personas que viven en la calle no quieren dejar ese modo de vida. Inclusive, hay algunas que no se dejan ayudar”, advierte la trabajadora social.
Sin embargo, siempre hay quienes están dispuestas a cambiar dicho estilo de vida y si te has decidido a ayudarlos, la trabajadora social, recomienda lo siguiente:
– No involucrarse a nivel muy personal.
– Atender las necesidades básicas: alimento, higiene y vestido, pero a la vez, alentarlas a que busquen mejorar su calidad de vida.
– No juzgar su situación, comprenderla.
– Apoyar a instituciones que apoyan a las personas que viven en la calle: ellos sabrán brindarles las atenciones adecuadas.
La trabajadora social agrega que cada persona debe decidir si quiere salir de su situación, “muchos se han resignado a vivir así”.
Ataques contra los indigentes
En las últimas semanas, en la Ciudad de México se ha suscitado una serie de ataques contra las personas que viven en la calle; muchos de los casos quedan impunes porque los afectados no acuden a las instancias correspondientes a presentar una denuncia. De esas agresiones a las personas indigentes muchas han sido con fuego que, en algunos casos, les ha producido sólo lesiones, pero en otros, les causan la muerte.
Parte de la omisión de denuncias se debe, explica la trabajadora social, a la desconfianza que tienen las personas en los demás. Por ser considerados como los “apestados de la sociedad”, algunos perciben que no los toman en cuenta o se burlan de ellos.
Al respecto, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ya abrió carpetas de investigación para investigar los casos. Sin embargo, la secretaria de Gobierno de la capital, Rosa Icela Rodríguez, dijo que desconoce de cuántos casos se trata.
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